Las masacres no paran en Manabí. Un violento ataque armado dejó cinco personas fallecidas en el sector Bellavista del cantón Pichincha, durante la madrugada de este martes 29 de julio. De acuerdo con datos previos, el hecho ocurrió alrededor de las 03h35, cuando se reportaron múltiples detonaciones de arma de fuego en una vivienda de tres pisos.
Según información preliminar de la Policía Judicial del Distrito Pichincha, los uniformados acudieron al lugar tras recibir una alerta del ECU-911. Al ingresar al inmueble, hallaron los cuerpos sin vida de cinco personas, entre ellas Klever Cadena, quien se encontraba bajo arresto domiciliario en ese domicilio. La víctima tenía un historial delictivo por tenencia ilícita de armas, robo y asesinato.
Las víctimas de la masacre
Las personas que resultaron asesinadas en esta masacre están identificadas como:
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Luis David García García, de 23 años, con antecedentes por porte no autorizado de armas.
- Klever Humberto Cadena Intriago, de 39 años, cumplía arresto domiciliario.
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A.D.R.M, un menor de 16 años sin antecedentes penales registrados.
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Aron Alejandro Pluas Moreira, de 24 años, con registro por tráfico ilícito.
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Kleber Giusseppe García Ramírez, de 19 años, con antecedentes por tráfico de sustancias sujetas a fiscalización.
Durante la intervención policial, uno de los agentes resultó sorprendido por desconocidos que lograron despojarlo de su arma de dotación y una carabina. Este último armamento fue localizado posteriormente, abandonado en las inmediaciones del ingreso a la vivienda donde ocurrió la masacre.
Las autoridades han iniciado las investigaciones para determinar las circunstancias de este múltiple crimen, que ha causado alarma en la comunidad. El sitio fue aislado para el levantamiento de los cuerpos y la recolección de indicios balísticos y forenses.
La Policía Nacional no ha confirmado aún el posible móvil del ataque armado, aunque no se descarta que esté relacionado con disputas entre grupos delictivos organizados. La Fiscalía también intervino en la escena y ha abierto una causa penal para esclarecer lo ocurrido.
Matanzas: una práctica en aumento
La masacre registrada en el cantón Pichincha, Manabí, se suma a una serie de episodios de violencia extrema que han marcado a Ecuador en 2025 como uno de los años más letales de su historia reciente. El ataque, que dejó cinco personas asesinadas dentro de una vivienda, refleja el nuevo patrón delictivo que se ha extendido por todo el país: ejecuciones múltiples, planificadas y ejecutadas por grupos fuertemente armados, muchas veces en zonas residenciales o espacios de reunión comunitaria.
La violencia ya no se limita a disputas entre bandas o a los centros penitenciarios. En lo que va del año, el crimen organizado ha trasladado sus operaciones a las calles, cantinas, billares y viviendas particulares, utilizando las masacres como mecanismo de control territorial y mensaje de poder. Este fenómeno, que antes era esporádico, ahora es cotidiano y escala tanto en frecuencia como en brutalidad.
Siete meses de masacres
En los primeros siete meses de 2025, Ecuador es escenario de múltiples masacres fuera de las cárceles, como la registrada el pasado 27 de julio en El Empalme. Allá, sicarios asesinaron a 17 personas en una cantina durante las fiestas locales. Entre febrero y julio, los ataques armados múltiples suman al menos 75 víctimas fatales, en escenarios tan diversos como ferias populares, gallera, calles céntricas y zonas rurales.
Los datos oficiales confirman el deterioro acelerado de la seguridad. Hasta mayo se registraban más de 3.900 homicidios, y el promedio diario se mantiene en alrededor de 25 muertes violentas. Especialistas en seguridad advierten que estas acciones ya no buscan solo eliminar objetivos criminales, sino sembrar miedo generalizado, paralizar a las comunidades y desafiar al Estado.
Con este telón de fondo, lo ocurrido en Pichincha no es un caso aislado. Es otro eslabón en una cadena de violencia que sigue creciendo sin respuestas claras, y que coloca a la población civil —incluso a menores de edad— en el centro de la tragedia de estas masacres. (37).