Marlon Vargas, indígena de la nacionalidad achuar, asumirá el 28 de julio la presidencia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), enfrentando dos retos clave: sanar las divisiones internas de la organización y definir la relación con el gobierno de Daniel Noboa.
Electo durante el VIII Congreso Nacional de la Conaie, Vargas enfatizó la necesidad de una “unidad férrea” para fortalecer el movimiento indígena y avanzar en su lucha, priorizando el diálogo con las bases y el respeto a los intereses de los territorios.
Prioridades de Vargas
Marlon Vargas, quien reemplazará a Leonidas Iza, destacó en su candidatura la importancia de evitar discursos divisivos: “No seré un presidente que discrimine y divida a las bases”. Una de sus primeras acciones será visitar los territorios indígenas para recoger propuestas en salud, educación, saberes ancestrales y, especialmente, la lucha contra la minería y la explotación petrolera. La Conaie ha señalado que el incumplimiento de la consulta previa, libre e informada en proyectos extractivos es una de sus principales banderas, lo que podría marcar la relación con el gobierno de Noboa.
El nuevo líder, proveniente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Cofeniae), acompañó a Iza en los levantamientos indígenas de 2019 y 2022. Lo que lo sitúa en la línea radical del movimiento. Sin embargo, Marlon Vargas ha adoptado un tono cauto, apostando por el diálogo como primer paso. “Somos amantes del diálogo, somos gente que conversa para resolver problemas”, afirmó.
Divisiones internas y críticas
La gestión de Iza generó tensiones, particularmente por el acuerdo entre Pachakutik y la Revolución Ciudadana (RC) en las elecciones de abril de 2025. Esto provocó descontento en sectores indígenas. Jorge Herrera, expresidente de la Conaie, señaló que estas decisiones dividieron a la organización, y destacó la necesidad de reparar el tejido comunitario para presentar propuestas sólidas al Estado. “No somos candidatura de ningún partido político, somos de los territorios”, afirmó Vargas, buscando distanciarse de alineaciones partidistas.
La reciente expulsión de seis asambleístas de Pachakutik, incluida Cecilia Baltazar, por apoyar leyes del gobierno de Noboa, refleja las fracturas internas. Baltazar valoró la disposición de Vargas al diálogo, afirmando: “Los levantamientos a ciegas no han dado resultado; un dirigente debe entregar propuestas”. Vargas dejó claro que, aunque prioriza el diálogo, el movimiento está preparado para protestar si las demandas indígenas no son atendidas. “Sabemos dialogar, pero también sabemos resistir”.
Contexto político y expectativas
La elección de Marlon Vargas llega en un momento crítico para la Conaie, que busca recuperar su cohesión tras años de polarización. La organización, la más grande del país, ha liderado históricas movilizaciones contra políticas extractivas y económicas. Sin embargo, enfrenta el desafío de equilibrar la resistencia con el diálogo en un contexto de crisis de seguridad y cambios políticos. La relación con el gobierno de Noboa será clave, especialmente en temas como la minería, donde las comunidades exigen el cumplimiento de sus derechos.
Marlon Vargas ha recibido un mandato para convocar un posible levantamiento contra la extracción minera, pero su enfoque inicial se centra en escuchar a las bases. Las próximas semanas serán decisivas para determinar si la Conaie opta por una relación armónica o confrontacional con el Ejecutivo. Esto, en función de los resultados de estas consultas internas.