Un terremoto de magnitud 7,4, seguido de varias réplicas, sacudió este domingo 20 de julio las costas de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, lo que llevó a activar una alerta de tsunami que fue descartada horas después. El sismo, registrado a las 08:49 hora local, tuvo su epicentro en el océano Pacífico, a unos 130-144 kilómetros de Petropávlovsk-Kamchatski, capital regional. No se reportaron víctimas ni daños materiales significativos, según las autoridades locales.
El Instituto Geofísico de Estados Unidos (USGS) indicó que el movimiento telúrico ocurrió a una profundidad de 20 kilómetros. Un sismo previo de magnitud 6,7, registrado minutos antes en la misma zona, incrementó la preocupación inicial. La alerta de tsunami se activó de inmediato ante la posibilidad de olas de hasta 60 centímetros que podrían haber impactado las costas de Kamchatka, incluidas las Islas del Comandante, en la localidad de Nikólskoye.
Respuesta rápida y descarte de la amenaza
El Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia en Kamchatka comunicó a través de Telegram que la alerta de tsunami fue descartada tras confirmar que no había riesgo. “La amenaza de tsunami en las localidades de Kamchatka ya pasó”, afirmó el organismo en un mensaje oficial. Asimismo, el gobernador Vladimir Solodov señaló en la misma plataforma que no se detectaron olas de tsunami en las zonas costeras monitoreadas.
Durante la alerta, las autoridades instaron a los residentes de las áreas afectadas a evacuar las zonas costeras y buscar refugio en áreas elevadas, a al menos 30 metros sobre el nivel del mar, o a 2 kilómetros tierra adentro en ausencia de alturas. Estas medidas preventivas buscaban proteger a la población ante un posible evento de inundación costera.
Kamchatka, una región sísmica activa
Ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, Kamchatka es una de las zonas más sísmicamente activas del mundo. La península, conocida por sus volcanes activos, registra terremotos con frecuencia debido a su posición en la placa tectónica del Pacífico. El USGS señala que sismos de esta magnitud son habituales en la región, aunque no siempre generan tsunamis significativos.
Un antecedente relevante ocurrió en 1952, cuando un terremoto de magnitud 9,0 en Kamchatka desencadenó un tsunami devastador que afectó la región y llegó hasta Hawái. Desde entonces, Rusia ha fortalecido sus sistemas de monitoreo y alerta temprana para minimizar riesgos. El evento de este domingo, aunque menos intenso, reforzó la importancia de la preparación ante desastres naturales.
Monitoreo continuo tras alerta de tsunami
A pesar de la intensidad de los sismos, no se reportaron daños estructurales ni heridos en Petropávlovsk-Kamchatski ni en otras localidades cercanas, según reportes preliminares. Equipos de emergencia y científicos mantienen un monitoreo activo de la actividad sísmica debido a las réplicas, que incluyeron movimientos de menor magnitud tras los sismos principales.
El descarte de la alerta de tsunami permitió a los habitantes retomar sus actividades, aunque las autoridades recomendaron permanecer atentos ante posibles réplicas. Organismos como el USGS y el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico continúan vigilando las condiciones del océano para detectar cualquier anomalía.
La activación y posterior descarte de la alerta de tsunami reflejan la eficacia de los sistemas de monitoreo en Kamchatka. La región, acostumbrada a la actividad sísmica, sigue siendo un referente en la gestión de riesgos asociados a terremotos y tsunamis, priorizando la seguridad de sus habitantes.