Miles de usuarios de tarjetas de crédito piensan que saldan sus deudas al pagar el mínimo mensual. Esta práctica, sin embargo, prolonga el endeudamiento y dispara los costos por intereses. Expertos piden entender las cuotas para no caer en trampas financieras.
¿Pagas el mínimo y no lo sabías?
Millones de personas revisan cada mes el estado de cuenta de su tarjeta de crédito y deciden pagar solo el mínimo indicado. Creen que esta cantidad los mantiene al día con sus obligaciones financieras. Sin embargo, esta práctica puede convertirse en una trampa financiera que extiende las deudas por años y aumenta significativamente los costos por intereses. En 2025, expertos financieros y autoridades insisten en la necesidad de comprender cómo funcionan las cuotas mínimas para evitar un ciclo de endeudamiento.
El pago mínimo, que suele representar entre el 5% y 10% del saldo total, cubre apenas una pequeña parte de la deuda. El resto del saldo acumula intereses que pueden superar tasas anuales del 20%. Los bancos estructuran estas cuotas para prolongar los pagos, lo que genera mayores ganancias para ellos. Una deuda de $1,000 con una tasa de interés del 24% anual, por ejemplo, puede tardar más de una década en saldarse si solo se cubre el mínimo. En ese tiempo, los intereses podrían duplicar o triplicar el monto original.
La falta de educación financiera
Estudios recientes indican que más de la mitad de los usuarios de tarjetas en América Latina desconocen que el pago mínimo apenas reduce el capital adeudado. Muchos consumidores pagan el mínimo pensando que están cumpliendo, pero su deuda apenas disminuye. Una comerciante de 34 años, por ejemplo, descubrió que tras un año de pagos mínimos, su deuda de $2,000 solo se redujo en $200.
Los bancos cumplen con las normativas, pero no siempre son claros. Los estados de cuenta destacan el pago mínimo en letras grandes, mientras que el impacto de los intereses aparece en letra pequeña. Esta presentación confunde a los usuarios y los lleva a optar por la cantidad más baja. En 2024, las quejas por cobros excesivos de intereses en tarjetas aumentaron un 15%, según datos oficiales.
Las promociones de tarjetas de crédito
Ofertas como compras a “meses sin intereses” o acceso a crédito instantáneo fomentan el consumo impulsivo. Si el usuario no paga el total al final del mes, los intereses se acumulan sobre el saldo pendiente, elevando la deuda. Estas estrategias comerciales enganchan a los consumidores, que terminan confiando en el pago mínimo para salir del paso.
Los expertos sugieren varias soluciones. La más efectiva es pagar el saldo total cada mes para evitar intereses. Si esto no es posible, abonar más que el mínimo ayuda a reducir la deuda más rápido. Consolidar deudas en un préstamo personal con una tasa menor, como el 12% en lugar del 24% de una tarjeta, es otra opción viable. Estas estrategias requieren disciplina y planificación financiera.
En respuesta, las autoridades han tomado medidas. En 2025, la Superintendencia de Bancos lanzó una campaña de educación financiera para alertar sobre los riesgos del pago mínimo. También exige a los bancos incluir en los estados de cuenta una tabla que explique cuánto tiempo y dinero cuesta saldar una deuda pagando solo el mínimo. Sin embargo, los expertos enfatizan que los usuarios deben asumir un rol activo, leyendo contratos y buscando asesoría.
¿Usar tarjetas es un mal hábito?
Algunos consumidores han ajustado sus hábitos tras aprender la lección. Una comerciante, por ejemplo, ahora paga el total o más del mínimo y lleva un presupuesto estricto. Sin embargo, no todos logran escapar del ciclo. En 2024, el 40% de los deudores de tarjetas en la región enfrentaron dificultades para cumplir con sus pagos, según reportes internacionales.
La transparencia es crucial. Los consumidores deben exigir claridad a los bancos y educarse sobre el uso de las tarjetas. Las tarjetas de crédito no son el problema, pero usarlas sin conocimiento puede serlo. Mientras las deudas por pagos mínimos sigan creciendo, la educación financiera seguirá siendo la mejor herramienta para evitar la trampa de las cuotas mínimas.