El Ministerio de Sanidad de España advirtió este miércoles de los riesgos para la salud que tiene consumir suplementos de vitamina D sin indicación ni supervisión médica, destacando la importancia de hacer siempre un uso racional y basado en la evidencia científica.
«Aunque la vitamina D cumple una función esencial en el metabolismo óseo y en la regulación del calcio, su uso debe ajustarse a criterios clínicos bien fundamentados, con el fin de evitar intervenciones ineficaces o potencialmente perjudiciales», señala un comunicado del Ministerio.
Alerta por consumo excesivo de vitamina D
El aviso lanzado por Sanidad surge a raíz de una alerta sanitaria en Baleares (España), donde 16 personas tuvieron que ser hospitalizadas por hipervitaminosis D, es decir, niveles demasiado altos de vitamina D. Estas intoxicaciones se produjeron en personas sanas que habían consumido un suplemento defectuoso de venta ‘online’, lo que les provocó hipercalcemia, insuficiencia renal y arritmias.
Asimismo, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) documentó casos previos de hipercalcemia grave por sobredosificación en adultos y menores.
En este sentido, Sanidad hizo hincapié en que no se consuman este tipo de productos si no hay una indicación médica precisa. Esto, porque una suplementación inadecuada puede provocar efectos adversos. Además, añadió que la evidencia disponible no sustenta de manera concluyente los beneficios no músculo-esqueléticos atribuidos a esta vitamina.
Los riesgos de ingerir dosis excesivas
Tomar vitamina D sin supervisión médica puede implicar varios riesgos. Dosis excesivas, superiores a 4,000 UI diarias según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), pueden causar hipercalcemia, elevando los niveles de calcio en sangre y llevando a náuseas, vómitos, debilidad y cálculos renales.
Estudios de la Clínica Mayo indican que una ingesta prolongada por encima de 10,000 UI diarias aumenta el riesgo de toxicidad, afectando riñones y corazón. Además, la falta de monitoreo dificulta detectar deficiencias previas o condiciones como hiperparatiroidismo, que pueden exacerbar los efectos adversos.
En personas con enfermedades renales o sarcoidosis, la vitamina D no regulada puede empeorar la función orgánica, según la National Institutes of Health (NIH). Además, interacciones con medicamentos como corticosteroides o laxantes pueden alterar su absorción.
Indicaciones clínicas para la medición de vitamina D
La entidad española detalló los casos en los que sí se justifica la medición de vitamina D. Estos son, pacientes con sintomatología compatible con déficit de vitamina D o con trastornos del metabolismo óseo, como la osteomalacia, entre otros; personas mayores institucionalizadas, con riesgo de caída y fractura.
También en aquellas personas con enfermedades crónicas que interfieren en su metabolismo, como insuficiencia renal o hepática grave, enfermedad inflamatoria intestinal, cirugía bariátrica o malabsorciones.
En todo caso, se recomienda consultar a un médico para evaluar niveles séricos mediante análisis y ajustar la dosis, típicamente entre 600-2,000 UI diarias para adultos, según la OMS, evitando riesgos innecesarios.