La presentadora ecuatoriana Virginia Limongi ha decidido hablar, aunque solo lo justo. Tras semanas de especulaciones sobre su ruptura con el modelo brasileño Cezar Augusto, la ex Miss Ecuador 2018 expresó su incomodidad ante el asedio mediático que ha acompañado su vida privada. “No quiero hablar, espero que respeten mi silencio. Es mucho circo y mucha mentira”, escribió en una historia de Instagram, lanzando así un claro mensaje a la prensa y a parte de sus seguidores.

Limongi, quien siempre ha procurado mantener su vida sentimental alejada de los focos, compartió también que está atravesando un momento difícil. “Yo creo en Dios y en el tiempo, y siempre lo he dicho porque cada cosa se pondrá en su lugar. Es bastante lo que estoy viviendo, ¿para qué más?”, reflexionó, dejando entrever que prefiere guardar silencio antes que alimentar más rumores.

El acoso mediático llevó a Limongi a hacer cambios en su rutina

El impacto de esta situación no solo se siente a nivel emocional. Según relató la propia Limongi, incluso ha tenido que cambiar de gimnasio para evitar a reporteros que la esperaban en los exteriores. “Me avisaron que estaban afuera y preferí no ir más”, explicó. Esto muestra su cansancio de la presión que supone ser una figura pública en momentos personales complicados.

Este episodio refleja la tensión constante entre el interés mediático y el derecho a la privacidad que reclaman muchos famosos. Especialmente cuando se trata de situaciones delicadas como rupturas sentimentales.

Procesos legales en el entorno de la pareja

Mientras Limongi guarda silencio, el modelo Cezar Augusto, su expareja, sí ha dado un paso más allá. Su abogado, Carlos Luis Fierro, confirmó que presentará acciones legales. Alegando un presunto delito contra el honor, la imagen y el buen nombre de su cliente. Aunque aún no se conoce en detalle el contenido de la demanda, Fierro aseguró que el documento ya está listo y que será entregado en los próximos días, una vez que sea revisado por Cezar.

De acuerdo con la información difundida por el jurista, la demanda apunta a dos comunicadores de farándula: uno vinculado a un canal de televisión abierta y otro relacionado con un medio digital. El motivo sería por declaraciones que, según el modelo, habrían afectado su reputación.

Ecuavisa y los comentarios desde dentro

Resulta llamativo que, aunque Limongi colabora en Ecuavisa, el canal donde trabaja, el programa de entretenimiento “Los hackers del espectáculo” ha abordado repetidamente el tema de su separación. Hasta ahora, Limongi no ha ofrecido declaraciones a sus propios compañeros, reafirmando su postura de no hablar públicamente del tema.

Esta dinámica ha alimentado todavía más el interés de la audiencia y de los programas del corazón, que ven en la ruptura y sus repercusiones un tema de alto interés mediático.

Otros casos: la polémica de Lazito y Sarah Alarcón

La tensión entre figuras públicas y comunicadores de farándula no se limita a este caso. Paralelamente, se conoció que Sarah Alarcón, hija de Gabriela Pazmiño Yépez, presentó el pasado 9 de julio una denuncia contra el comunicador conocido como Lazito de la farándula. En la acción judicial, solicita 30 días de pena privativa de libertad y una reparación económica por daños a su honra.

El abogado de Alarcón, Carlos Luis Sánchez, explicó que esta decisión se tomó debido a supuestos comentarios emitidos por Lazito que, según ella, vulneran su reputación.

Estos procesos reflejan un creciente malestar de algunas figuras del espectáculo frente a la manera en que la prensa de entretenimiento aborda temas privados.

Virginia Limongi, entre la reserva y la exposición

Por ahora, Virginia Limongi se mantiene firme en su determinación de no compartir detalles sobre su vida personal, a pesar de la presión de seguidores y medios. “Espero que respeten mi silencio”, reiteró, consciente de que cada palabra puede amplificar aún más el eco mediático.

Aunque no hay certezas sobre cómo evolucionará el proceso legal anunciado por la defensa de Cezar Augusto, el caso sigue generando titulares. Y mientras tanto, la presentadora insiste en priorizar su bienestar y el de su familia, recordando que, incluso en el mundo del espectáculo, todos tienen derecho a guardar silencio cuando la vida personal está en juego.