El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este miércoles la instalación de dos banderas gigantes en los jardines norte y sur de la Casa Blanca, como un gesto simbólico que, según declaró, fue financiado de su propio bolsillo.
Nuevos mástiles de 30 metros frente a la residencia presidencial
Las banderas estadounidenses izadas en mástiles de 100 pies de altura (alrededor de 30 metros). Además, fabricados en acero inoxidable y diseñados con cuerda interior, según explicó el mandatario. Trump elogió la estructura de los mástiles como «los más magníficos que se han fabricado», destacando su calidad y diseño cónico.
Hasta la fecha, la única bandera en la Casa Blanca ondeaba en la azotea. La instalación de estos nuevos mástiles representa un cambio estético significativo que, de acuerdo con Trump, era necesario «desde hacía más de dos siglos». “Es algo que he dicho a menudo”, señaló durante una breve comparecencia.
El presidente asistió personalmente al izado en el jardín sur, donde saludó a los trabajadores encargados del montaje y describió el acto como un “momento de orgullo” para Estados Unidos.
Cambios estéticos impulsados por Trump en su nuevo mandato
Desde su regreso al poder el 20 de enero, Trump ha promovido diversas modificaciones en la residencia presidencial. Entre las más destacadas está la renovación del Despacho Oval, cuyos acabados fueron pintados de dorado, en un estilo similar al de su propiedad en Mar-a-Lago, Florida.
Asimismo, ordenó reemplazar una magnolia centenaria afectada por una enfermedad, y anunció su intención de pavimentar parte de la Rosaleda, con el objetivo de facilitar la organización de eventos oficiales.
Un gesto de simbolismo patriótico desde la Casa Blanca
Trump expresó su deseo de que las banderas recién instaladas “permanezcan erguidas con orgullo a ambos lados de la Casa Blanca durante muchos años”. La iniciativa, aunque simbólica, subraya su interés por dejar una impronta estética y patriótica en la sede del poder ejecutivo.