Calixto Figueroa, un lustrabotas de 77 años, ha trabajado lustrando zapatos en Portoviejo, Ecuador, desde los siete años, comenzando el 13 de junio de 1955, para ganarse la vida y mantener viva una tradición, pese a su discapacidad y días de pocos clientes.
Calixto Figueroa, conocido como Don Calixto o Dieguito, comenzó a lustrar zapatos a los siete años en Portoviejo, Manabí, en 1955. Con un cajón fabricado por su padre, recorría la ciudad cobrando dos reales (equivalente a dos centavos de dólar) por lustrada. “Lustraba 10 pares al día y para mí era mucha plata”, recordó. Su trayectoria de 70 años lo convierte en uno de los lustrabotas más longevos de la ciudad.
Época dorada del oficio en Portoviejo
Don Calixto destacó que los mejores tiempos fueron cuando los zapatos de cuero eran comunes. “Me ubicaba en Las Vegas, donde había presentaciones de artistas. La gente cuidaba su calzado”, afirmó. Durante décadas, trabajó en el sector de las calles Rocafuerte y Pedro Gual, cerca de las oficinas de Coactur y Reina del Camino, hasta que el terremoto de 2016 lo obligó a trasladarse al exaeropuerto Reales Tamarindos.
En 2017, se mudó a las calles Espejo y Sucre, pero la falta de clientes lo llevó a solicitar ayuda al Municipio de Portoviejo, que lo reubicó en su actual puesto en las calles Morales y Sucre. “Ahí no me hacían nada. Ahora estoy aquí para ganarme algo”, explicó Dieguito.
Desafíos y perseverancia
A sus 77 años, Don Calixto enfrenta una parálisis parcial en las piernas, pero mantiene una actitud positiva. “Hay días que solo lustro dos pares de zapatos, pero con eso y la ayuda de la gente sobrevivo”, señaló. Sin esposa ni hijos, vive con su hermana y depende de lo que gana diariamente. A pesar de las dificultades, su simpatía le ha ganado el cariño de la comunidad, que lo apoya en momentos críticos.
Un oficio sin fecha de retiro
Don Calixto no contempla jubilarse. “Mientras tenga fuerzas, seguiré lustrando zapatos”, afirmó. Su dedicación refleja la importancia cultural del oficio de lustrabotas, que, aunque menos común hoy, persiste en ciudades como Portoviejo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), los oficios tradicionales han disminuido un 20% en Ecuador desde 2000, pero personajes como Dieguito mantienen viva esta tradición.
Contexto cultural de Portoviejo
El lustrado de zapatos, introducido en América Latina en el siglo XIX, fue un oficio clave en las ciudades ecuatorianas hasta finales del siglo XX. En Portoviejo, los lustrabotas eran figuras emblemáticas en plazas y mercados. Hoy, la modernización y el uso de calzado informal han reducido su presencia, pero la historia de Don Calixto resalta su valor cultural. El Municipio de Portoviejo reconoce a los lustrabotas como parte del patrimonio inmaterial local.