El 1 de julio marcará un momento decisivo para los exportadores ecuatorianos, quienes aguardan la decisión de Estados Unidos sobre la eliminación del arancel del 10% impuesto desde abril pasado. Según Andrés Robalino, viceministro de Comercio Exterior, la resolución será comunicada oficialmente por la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR), dado que se trata de una medida unilateral. “Será EE. UU. quien informe con quiénes logró acuerdos y en qué condiciones”, afirmó Robalino en una entrevista este 9 de junio.
Las negociaciones, que han avanzado positivamente, incluyeron dos rondas de diálogo con la USTR, la última el 6 de junio. Una tercera reunión está programada para el 28 de junio, justo antes de que expire el plazo de 90 días otorgado por Washington para revisar la medida arancelaria. Ecuador, junto con Chile y Costa Rica, es uno de los pocos países de América Latina con acceso a estas conversaciones, un logro que Robalino destacó como un hito diplomático.
Esfuerzos diplomáticos y comerciales
El ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Luis Alberto Jaramillo, ha liderado los esfuerzos ecuatorianos, acompañado por representantes del sector privado. Jaramillo planea un tercer viaje a Washington para consolidar las negociaciones. Además de eliminar el arancel, el Gobierno apunta a un objetivo mayor: un acuerdo comercial integral con EE. UU. que fortalezca las relaciones bilaterales.
El arancel del 10%, aplicado desde abril como parte de una revisión comercial de EE. UU. a 23 países, afecta productos clave como el banano, que antes ingresaban sin gravámenes. Según el Banco Central, Ecuador mantiene un superávit comercial no petrolero de $1.050 millones con EE. UU., pero la permanencia del arancel podría desequilibrar esta balanza, impactando a sectores agrícolas y manufactureros.
Expectativa por arancel
Las negociaciones reflejan el interés de Ecuador por preservar su competitividad en el mercado estadounidense, uno de sus principales socios comerciales. Robalino señaló que el estatus de país en desarrollo de Ecuador es un factor favorable en las discusiones. “Nuestra industria es pequeña en comparación con EE. UU., y el contexto geopolítico juega a nuestro favor”, explicó, destacando la importancia estratégica de la relación bilateral.
A pesar del optimismo moderado del Gobierno, la decisión final recae en Washington. Los gremios productivos y exportadores ecuatorianos están atentos, ya que la eliminación del arancel garantizaría estabilidad para sectores clave. De mantenerse, productos como el banano, flores y camarones podrían enfrentar mayores costos, afectando su competitividad frente a otros mercados.
Resolución de exportaciones ecuatorianas
La tercera ronda de negociaciones será crucial para definir el futuro de las exportaciones ecuatorianas. El Gobierno confía en que el diálogo sostenido con EE. UU. y la participación activa del sector privado refuercen la posición del país. Mientras tanto, los exportadores esperan con cautela el anuncio del 1 de julio, que determinará las condiciones comerciales para los próximos años.
Ecuador apuesta por el diálogo y la diplomacia para consolidar su acceso al mercado estadounidense. La resolución no solo impactará la economía nacional, sino que también sentará un precedente para futuras negociaciones comerciales con otras potencias globales.