El Tribunal Supremo de Estados Unidos falló en contra de la Administración Trump y bloqueó el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros para acelerar la deportación de migrantes venezolanos vinculados supuestamente a redes criminales.
Los jueces del Supremo determinaron que los migrantes deben tener más tiempo para defender su caso ante los avisos de expulsión, que son emitidos 24 horas antes de que se lleve a cabo la deportación, según informó la cadena NBC News.
Un golpe a las medidas de Trump contra los migrantes
Asimismo, enviaron el caso de vuelta a la Quinta Corte de Apelaciones del Circuito de Estados Unidos, con sede en Nueva Orleans, para una revisión adicional. La decisión es un golpe para Trump, si bien todavía tiene por delante una dura batalla legal.
Los jueces afirmaron además que los intereses de los migrantes «tienen un peso especial» dado el caso de Kilmar Ábrego, el hombre de origen salvadoreño deportado a El Salvador. «El Gobierno ha manifestado que no puede disponer el retorno de una persona deportada por error a una prisión en El Salvador», reza el documento.
La máxima corte no determinó si esta legislación del siglo XVIII está siendo utilizada de forma correcta, sino que se limitó a apuntar que los migrantes deben contar con más recursos e información para afrontar sus procesos de expulsión.
Pidieron suspender temporalmente las expulsiones
La decisión, a la que se han opuesto los jueces conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito, se produce después de que el Supremo pidiese en abril a la Administración Trump que suspendiera temporalmente las expulsiones amparadas en esta legislación.
La Administración Trump ha utilizado esta ley para expulsar «en caliente» a los migrantes que identificaban como miembros de la organización criminal Tren de Aragua. Eso, independientemente de su estatus migratorio y, según denuncian las organizaciones de Derechos Humanos, sin cumplir el protocolo necesario de deportación.
La legislación solo se ha invocado en tres ocasiones anteriores en la historia de Estados Unidos. La más reciente fue durante la Segunda Guerra Mundial para recluir a civiles estadounidenses de origen japonés en campos de internamiento.
La medidas de Donald Trump contra los migrantes
Desde su toma de posesión el 20 de enero, el presidente Donald Trump ha implementado medidas migratorias radicales. A través de órdenes ejecutivas, ha impulsado la deportación masiva de inmigrantes indocumentados, declarando una emergencia nacional en la frontera sur. Esto, para justificar el despliegue de tropas y la construcción de barreras físicas.
Además, revivió la política «Permanecer en México», obligando a solicitantes de asilo a esperar fuera del país durante el procesamiento de sus casos. Suspendió el programa de reasentamiento de refugiados a partir del 27 de enero de 2025. También amplió la deportación acelerada a nivel nacional, afectando a indocumentados que no puedan probar más de dos años de residencia.
Trump también firmó la Orden Ejecutiva 14159, exigiendo el registro de inmigrantes indocumentados, con sanciones penales por incumplimiento a partir del 11 de abril. Propuso terminar con la ciudadanía por nacimiento para hijos de indocumentados, desafiando la 14ª Enmienda, aunque enfrenta desafíos legales. Otras medidas incluyen la revocación de visas estudiantiles y la limitación de programas como TPS y DACA, generando incertidumbre entre comunidades migrantes.