Las autoridades de Hong Kong han anunciado este martes que más de 2.000 hámsteres presuntamente vinculados a un brote de coronavirus en una tienda de animales de Causeway Bay serán sacrificados.

Varios trabajadores de la tienda ha dado positivo, así como más de una decena de hámsteres, según informaciones de la emisora RTHK. Así, todas aquellas personas que han comprado estos animales desde el pasado 22 de diciembre han sido notificados y se les ha pedido devolverlos para que sean sometidos a test de COVID-19.

Sin embargo, y a pesar del resultado de estos test, los hámsteres serán sacrificados. En caso de que el resultado sea positivo, los dueños serán puestos en cuarentena. La mayoría de estos hámsteres habían sido importados desde Países Bajos.

Decenas de tiendas de animales han tenido que cerrar sus puertas a raíz del hallazgo y han tenido que hacer entrega de los hámsteres a las autoridades. Únicamente podrán reabrir cuando todos los animales en venta den negativo.

«Estos hámsteres están infectados y pueden infectar a otros animales, y otros animales a los humanos, así que no queremos sacrificarlos, pero tenemos que hacerlo porque tenemos que proteger la sanidad pública», ha señalado un alto cargo del Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación.