Eclesiásticos y laicos aprobados por el Cardenal Camarlengo juraron secreto absoluto en la Capilla Paulina, Ciudad del Vaticano, para garantizar la confidencialidad del Cónclave 2025, que elegirá al sucesor del Papa Francisco.
El juramento, realizado en la Tercera Logia del Palacio Apostólico, sigue la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II en 1996. Los participantes prometieron no divulgar información sobre las votaciones ni los escrutinios, bajo pena de excomunión automática (latae sententiae). La ceremonia, presidida por el Cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, incluyó la firma individual del compromiso ante dos protonotarios apostólicos.
El texto del juramento establece: “Prometo y juro observar el secreto absoluto con quien no forme parte del Colegio de los Cardenales electores, perpetuamente, salvo autorización expresa del nuevo Pontífice”. Además, se prohíbe el uso de dispositivos de grabación, audio o video durante el Cónclave.
Participantes del juramento
El acto involucró a diversas figuras, tanto religiosas como laicas, aprobadas por el Camarlengo y los tres Cardenales Asistentes. Entre ellos se encuentran el secretario del Colegio Cardenalicio, el maestro de Celebraciones Litúrgicas, monseñor Diego Ravelli, siete ceremonieros pontificios, dos religiosos agustinos de la Sacristía Pontificia, confesores multilingües, médicos, enfermeros, ascensoristas, personal de limpieza, cocina, transporte y técnicos de servicios.
Todos fueron instruidos sobre la importancia del secreto, crucial para proteger la integridad del proceso de elección del 267º Papa, que comenzará el 7 de mayo de 2025 en la Capilla Sixtina.
El Cónclave 2025
El Cónclave 2025 se celebra tras el fallecimiento del Papa Francisco, marcando un momento clave para la Iglesia Católica. 133 cardenales electores de 71 países participarán en la votación, que requiere una mayoría de dos tercios (89 votos) para elegir al nuevo Pontífice. La Capilla Sixtina, bajo el fresco del Juicio Final de Miguel Ángel, será el escenario de las votaciones, aislada del exterior con estrictas medidas de seguridad, incluyendo inhibidores de frecuencia.
El proceso incluye hasta cuatro votaciones diarias, con fumata negra si no hay elección y fumata blanca al alcanzarse la mayoría. El juramento de los oficiales refuerza el hermetismo, asegurando que no haya filtraciones durante o después del Cónclave.
Preparativos finales
El 7 de mayo, a las 10:00 horas (03:00 Ecuador), los cardenales celebrarán la Misa Pro Eligendo Pontifice en la Basílica de San Pedro, presidida por el Cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio. A las 16:30 horas (9:30 Ecuador), los electores ingresarán en procesión a la Capilla Sixtina, donde prestarán su propio juramento antes de la primera votación.
La Santa Sede difundió imágenes del juramento del 5 de mayo, destacando la solemnidad del evento. Los preparativos, incluida la instalación de la chimenea para la fumata quedaron listos. Ahora, el mundo espera la elección del nuevo líder de la Iglesia Católica.
