La desesperación se apoderó este martes de las más de 30 mujeres que esperaban en la parte de afuera de la cárcel de Santo Domingo para ingresar a la visita, que luego fue suspendida.

Ellas recibían llamadas de sus familiares, desde las celdas, donde les indicaban que el ambiente estaba ‘caliente’ y había muchos policías.

Todo se originó desde temprano, cuando se anunció que 32 reos abandonarían Bellavista y llegarían a otros centro carcelarios del país.

El viaje a otra prisión preocupó a las familias, que se resistían a permitir la entrada de los buses a la cárcel para que iniciara el traslado.

Según se constató, cuando los presos estaban ya en el vehículo se originó un intento de fuga, donde una de las puertas del micro sufrió daños.

Después de varios minutos, los uniformados tomaron el control de la situación y la diligencia se cumplió sin mayores novedades.

Mientras ocurría todo eso en la parte de afuera del penal, en los pabellones la Policía Judicial hacía ‘limpieza’ en las celdas.

Una requisa que se extendió por unas cuatro horas aproximadamente permitió localizar objetos prohibidos que estaban en posesión de los reos.

En rueda de prensa, el jefe de la Subzona de Policía, Xavier Rosero, indicó que en total había 48 celulares de mediana y alta gama, dos armas de fuego, 87 municiones, 914 dosis de marihuana, una computadora portátil y una consola de PlayStation.