Hace ocho años, a Antonio Navarro Cerdán, un ingeniero de 36 años, lo hallaron muerto con ocho puñaladas en un garaje del barrio de Patraix, Valencia, España. Su esposa, María Jesús Moreno, alias “Maje”, y su amante, Salvador Rodrigo Lapiedra, fueron condenados en 2020 por orquestar el crimen.
La mañana del 16 de agosto de 2017, el barrio de Patraix, una zona tranquila de Valencia, se vio sacudido por un crimen brutal. Antonio Navarro Cerdán, un ingeniero de 36 años originario de Novelda, Alicante, fue encontrado sin vida en el garaje de su vivienda en la calle Calamocha. Su cuerpo, boca abajo en un charco de sangre, presentaba ocho heridas de arma blanca en el tórax, abdomen y corazón.
La autopsia reveló que una puñalada en el corazón fue la causa de su muerte. El hallazgo, realizado por un vecino a las 15:30, desató una investigación del crimen que pronto destapó un entramado de traición y manipulación.

Un plan premeditado
Navarro, descrito por sus allegados como un hombre pacífico y enamorado de su esposa, María Jesús Moreno Cantó, conocida como “Maje”. Ellos habían contraído matrimonio el 3 de septiembre de 2016. La pareja, que vivía en Patraix, proyectaba una imagen de felicidad. Sin embargo, tras el crimen, la fachada de Maje, una enfermera de 27 años en el Hospital Casa de Salud, comenzó a desmoronarse. En el funeral, su discurso conmovió a los asistentes, pero las sospechas de la Policía Nacional se centraron en ella tras detectar inconsistencias en su relato.
La investigación del crimen descartó el robo como móvil, ya que no faltaban objetos de valor. La ausencia de signos de defensa en el cuerpo de Navarro y el acceso sin forzamiento al garaje sugirieron que el atacante conocía las rutinas de la víctima. Las sospechas se intensificaron cuando la amiga de Maje, Rocío, reveló que la enfermera mentía a su esposo para salir de fiesta y mantener relaciones extramatrimoniales con al menos cuatro amantes: José, Sergio, Tomás y Salvador Rodrigo Lapiedra, un auxiliar de enfermería de 47 años que trabajaba con ella.
El 8 de noviembre de 2017, una llamada intervenida entre Maje y Salvador, quien estaba casado y tenía un hijo, cambió el rumbo del caso. En la conversación, Salvador expresó angustia y mencionó haber contactado a un amigo policía, mientras Maje se mostró alarmada: “¡Salva, no hagas locuras!”. Él también le reprochó rumores sobre su relación con otro hombre, José, evidenciando celos. Los investigadores notaron el tono manipulador de Maje y la actitud sumisa de Salvador, lo que los llevó a profundizar en su relación.
La confesión y el arma del crimen
El 12 de enero de 2018, Maje y Salvador fueron detenidos y acusados del crimen. Inicialmente, Salvador asumió toda la responsabilidad, afirmando que él ideó y ejecutó el crimen. Sin embargo, el 28 de agosto de 2020, tras enterarse de que Maje mantenía una relación con otro recluso, cambió su declaración. Admitió que ambos planearon el asesinato, con Maje como autora intelectual. Según Salvador, ella le proporcionó la llave del garaje y detalles sobre el horario de Navarro, asegurándose de que él estacionara su vehículo allí.
Salvador confesó haber comprado un cuchillo de cocina de 15 centímetros y haber esperado a Navarro en el garaje la mañana del crimen. “Fui a la plaza donde Antonio dejaba su auto. Cuando bajó, lo sorprendí y fue todo muy rápido”, relató. Tras el asesinato, arrojó el arma a un pozo ciego en su finca en Ribarroja, donde fue recuperada el 18 de enero de 2018 tras su indicación.
El juicio y las condenas
El juicio del crimen, celebrado en la Audiencia Provincial de Valencia entre octubre y noviembre de 2020, presentó 52 piezas de evidencia. En estas se incluyeron mensajes de WhatsApp, grabaciones telefónicas y testimonios de 51 testigos y 14 peritos. La fiscalía detalló cómo Maje engañó a Navarro, asegurándole que trabajaría la noche del 15 al 16 de agosto para garantizar que él usara el garaje. Mientras tanto, ella pasó la noche con otro amante, desconocida tanto por Navarro como por Salvador.
El 16 de noviembre de 2020, un jurado popular declaró a ambos culpables del crimen. Maje fue condenada a 22 años de prisión por asesinato con alevosía y la agravante de parentesco, mientras que Salvador recibió 17 años por el mismo delito, con una atenuante por colaborar con la justicia. Además, se les ordenó pagar 250.000 euros a la familia de Navarro. Las condenas fueron confirmadas por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en 2021 y por el Tribunal Supremo en 2022.
Motivos detrás del crimen
La fiscalía apuntó a varios motivos para el crimen. Maje, quien admitió no estar enamorada de Navarro, quería evitar un divorcio que la privaría de la pensión de viudedad y los seguros de vida. Además, su vida amorosa, marcada por múltiples relaciones extramatrimoniales, sugería un deseo de mantener su libertad sin las ataduras del matrimonio. Según el criminólogo Vicente Garrido, el odio y la manipulación psicológica de Maje sobre Salvador, a quien convenció con falsas acusaciones de maltrato, fueron factores clave.
La madre de Navarro, Mercedes C.M., describió a su hijo como un “hombre bonachón” y “superenamorado” de Maje, mientras que la madre de esta, Consuelo C., admitió que le aconsejó divorciarse debido a las tensiones en el matrimonio. Sin embargo, la versión de Maje sobre supuestos maltratos no fue respaldada por pruebas.
Vida en prisión y repercusiones mediáticas
Desde su ingreso en la cárcel de Picassent en 2018, Maje ha mantenido un perfil mediático. En 2022, quedó embarazada de David, un recluso condenado por un homicidio en 2008. En mayo de 2023, fue trasladada a la unidad de madres de la prisión de Fontcalent, Alicante, donde dio a luz en julio de 2023 bajo custodia. Puede permanecer con su hijo hasta que este cumpla tres años. Salvador, por su parte, ha mantenido buena conducta en Picassent.
El caso, conocido como el “crimen de Patraix” o “la viuda negra”, ha sido ampliamente cubierto por medios españoles, incluyendo programas como L’hora fosca en À Punt y Equipo de Investigación en La Sexta. En 2025, Netflix estrenó A Widow’s Game, una película que recrea el caso, generando renovado interés.
Contexto de crímenes pasionales en España
El crimen de Patraix se suma a otros casos de alto perfil en España, como el asesinato de Conchi Martínez en Alicante, donde también se implicó a una “viuda negra”. Según datos del Ministerio del Interior, en 2023, España registró 62 homicidios dolosos relacionados con conflictos personales, de los cuales un porcentaje significativo involucró relaciones de pareja. La manipulación psicológica y los crímenes pasionales siguen siendo un desafío para la justicia, que enfrenta críticas por la percepción de impunidad en casos mediáticos.
Siete años después, el asesinato de Antonio Navarro continúa generando debate. La frialdad de Maje, quien mantuvo relaciones amorosas incluso en prisión, y la trágica muerte de un hombre descrito como afable han dejado una marca en la sociedad valenciana. “Si es culpable, ya no será mi hermana”, declaró el hermano de Maje durante el juicio, reflejando el impacto familiar del caso.
Maje, con una condena que la mantendrá en prisión hasta aproximadamente 2042, y Salvador, cuya liberación está prevista para 2035, enfrentan un futuro marcado por su crimen. La familia de Navarro, mientras tanto, busca cerrar un capítulo de dolor que aún resuena en Patraix. (27)