En Ecuador, la silvicultura se ha consolidado como una actividad económica clave, representando el 17% del Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero y generando miles de empleos, según datos del Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca. Es necesario impulsar la silvicultura sostenible para ayudar en la preservación ambiental.
Aporte económico de
La industria forestal ecuatoriana proyecta ventas por USD 700 millones en 2025, consolidando su posición en mercados internacionales como China, Estados Unidos y Colombia. En 2024, las exportaciones superaron los USD 650 millones, con más de 900 mil toneladas métricas exportadas, según la Asociación Ecuatoriana de la Industria Forestal y de la Madera (AIMA).
Este sector no solo contribuye significativamente al PIB manufacturero, sino que también genera empleo para miles de ecuatorianos, especialmente en pequeñas y medianas empresas. En 2021, existían 2.227 empresas dedicadas a la silvicultura y extracción de madera, de las cuales el 76% eran Mipymes, según la Corporación Financiera Nacional.
Además, la silvicultura sostenible permite a Ecuador posicionarse como un proveedor confiable de productos forestales en el mercado internacional, fortaleciendo su economía y promoviendo prácticas responsables con el medio ambiente.
Beneficios ambientales de la silvicultura sostenible
La silvicultura no solo tiene un impacto económico, sino también ambiental. La reforestación y el manejo sostenible de los bosques ayudan a mitigar el cambio climático, conservar la biodiversidad y proteger los recursos hídricos. Según el Banco Mundial, la combinación de estrategias de conservación, silvicultura y agricultura puede reducir las emisiones derivadas del uso de la tierra y al mismo tiempo impulsar la productividad forestal y agrícola.
Además, la silvicultura sostenible contribuye a la resiliencia económica del país, permitiendo una diversificación de la economía y reduciendo la dependencia de actividades extractivas que pueden tener impactos negativos en el medio ambiente.
Riesgos de la deforestación
La tala indiscriminada de árboles, especialmente en zonas montañosas, aumenta los riesgos de deslizamientos de tierra e inundaciones. Según la Secretaría de Gestión de Riesgos, los deslizamientos ocurren en la Costa, Sierra y región oriental debido a la presión que ejerce el hombre sobre el medio ambiente.
La deforestación también provoca la pérdida de biodiversidad, degradación del suelo y afecta a las comunidades locales que dependen de los bosques para su sustento. La tala ilegal destruye hábitats naturales, poniendo en peligro a numerosas especies de flora y fauna, y puede llevar a la extinción de especies endémicas.
Por ello, es fundamental promover prácticas de silvicultura sostenible que permitan la producción de recursos forestales sin comprometer la salud de los ecosistemas y la seguridad de las comunidades.