La Organización de Estados Americanos (OEA), a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), confirmó este miércoles en Washington, Estados Unidos, que Nicolás Maduro manipuló las elecciones del 28 de julio de 2024 y perpetúa violaciones de derechos humanos para mantenerse en la presidencia de Venezuela.
Informe detalla la crisis que vive Venezuela
En una sesión del Consejo Permanente de la OEA, la relatora para Venezuela de la CIDH, Gloria Monique de Mees, presentó un informe actualizado de cinco páginas sobre la crisis en Venezuela.
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El documento detalla que el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el régimen, no ha publicado las actas necesarias para verificar los resultados que proclamaron a Maduro como ganador de las elecciones presidenciales.
Esta falta de transparencia, según la CIDH, “viola las leyes venezolanas y las normas internacionales, privando a los ciudadanos de su derecho a conocer la verdad sobre su voto”.
El informe destaca que Edmundo González habría obtenido la victoria, según actas recopiladas por la oposición. Estas muestran un 67% de los votos frente al 30% de Maduro. Sin embargo, el CNE anunció que Maduro ganó con un 51%, sin presentar pruebas ni realizar auditorías requeridas.
La OEA y observadores internacionales, como el Carter Center, han cuestionado la integridad del proceso electoral, calificándolo de carente de transparencia.
Represión y abusos postelectorales
La CIDH documentó graves violaciones de derechos humanos tras las elecciones. “El propio Maduro declaró públicamente que más de 2.000 personas habían sido detenidas en relación con las protestas postelectorales. El fiscal general de Venezuela confirmó que 25 personas habían muerto en ese mismo contexto. De las 25 muertes documentadas, 24 fueron causadas por heridas de bala en la cabeza y el tórax, y una por una paliza mortal. Solo una víctima pertenecía a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB); las demás eran todas civiles”, detalla el informe.
El documento también señala la detención de cientos de adolescentes, muchos de zonas de bajos ingresos. “Fue también el Estado el que admitió la detención de cientos de adolescentes (…) que fueron arrestados durante las manifestaciones o en operaciones selectivas denominadas por las autoridades «Operación Tun Tun»“.
Estas detenciones, según la CIDH, se han convertido en arrestos arbitrarios prolongados y, en algunos casos, desapariciones forzadas. “Decenas de presos políticos siguen recluidos sin acceso a asistencia letrada ni contacto con sus familias, en condiciones que pueden constituir tortura o trato inhumano”, se precisó.
Contexto de la crisis venezolana
Desde 1999, el régimen chavista, primero bajo Hugo Chávez y luego con Maduro, ha restringido la oposición mediante censura, detenciones y manipulación electoral.
Las elecciones de 2024 estuvieron marcadas por irregularidades. Por ejemplo, la descalificación de la opositora María Corina Machado y obstáculos para el voto de venezolanos en el exterior.
La represión se intensificó tras el anuncio de los resultados, con protestas masivas en Caracas y otras ciudades.
La OEA y la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, Canadá y países latinoamericanos, han rechazado la legitimidad de la reelección de Maduro. (13).