La Fiscalía General del Estado ha admitido una denuncia formal contra el expresidente Evo Morales, acusado de terrorismo y otros siete delitos, en relación con los bloqueos de carreteras organizados por sus simpatizantes. El caso, presentado por el Ministerio de Justicia, ocurre en el contexto de una crisis política y económica previa a las elecciones generales del 17 de agosto de 2025.
Fiscalía abre investigación por terrorismo contra Evo Morales
La denuncia contra el exmandatario boliviano incluye cargos por terrorismo, instigación pública a delinquir, atentado contra la libertad de trabajo, y obstrucción del proceso electoral, entre otros. También está implicada Suseth Rodríguez, dirigente cercana a Morales.
“El Ministerio Público, en el marco de la objetividad y de la independencia de los fiscales analistas, ha determinado admitir esta denuncia”, afirmó el fiscal general Roger Mariaca en una conferencia de prensa.
Las protestas y bloqueos fueron encabezadas por sectores conocidos como los evistas, en rechazo a la inhabilitación de Morales como candidato. Según la denuncia, un audio en el que presuntamente se escucha a Morales ordenar el cierre de rutas para aislar La Paz es una pieza clave del expediente.
Pérdidas económicas y tensión nacional
Los bloqueos se iniciaron a finales de mayo de 2025 y ya afectan a cinco departamentos: Cochabamba, La Paz, Potosí, Oruro y Santa Cruz. La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) confirmó que los puntos de bloqueo subieron de 13 a 27 en menos de una semana.
Los costos económicos no tardaron en aparecer. Según datos del gobierno boliviano y el sector privado, las pérdidas totales alcanzan los 41,6 millones de dólares. El sector agropecuario reporta afectaciones por 17,2 millones de dólares, mientras que la industria supera los 24 millones de dólares.
“No podemos permitir que se esté atentando contra la vida, contra la libertad de trabajo, contra la integridad física de las personas en todo el territorio nacional”, sentenció el fiscal Mariaca.
Morales: “Persiguen a Evo para silenciar al pueblo”
Desde su cuenta oficial y mediante declaraciones públicas, Evo Morales rechazó todas las acusaciones. Según él, se trata de un intento del gobierno de Luis Arce por eliminarlo políticamente: «Intentan silenciarme como si eso calmara el dolor de las madres que hacen fila por un litro de aceite o un kilo de arroz”, dijo Morales.
“Persiguen a Evo, como si eso le devolviera al sector productivo la certeza para trabajar cuando no hay combustible ni dólares”, afirmó. Morales también aseguró que esta denuncia no es un ataque personal, sino una amenaza al pueblo organizado y denunció un supuesto pacto del gobierno con la derecha.
Ruptura en el MAS y antecedentes judiciales
Morales, quien gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, no logró inscribir su candidatura antes del cierre de mayo de 2025. No contaba con un partido acreditado y un fallo del Tribunal Constitucional prohíbe una nueva reelección, limitando su aspiración.
La ruptura con Luis Arce —actual presidente y también miembro del Movimiento al Socialismo (MAS)— se intensificó desde 2021 por diferencias en la gestión y la lucha por el liderazgo del partido. Morales incluso renunció al MAS, tras casi tres décadas como su figura central.
Además de esta causa por terrorismo, Morales enfrenta una orden de arresto previa relacionada con presunta trata de personas y estupro. El caso involucra una supuesta relación con una menor en 2015. El expresidente insiste en que se trata de una “mentira orquestada”.
Elecciones bajo tensión política
La situación judicial de Morales se da a solo dos meses de las elecciones generales programadas para el 17 de agosto de 2025. De no definirse el presidente en primera vuelta, habrá una segunda ronda el 19 de octubre. La posesión de las nuevas autoridades está fijada para el 8 de noviembre de 2025.
En estos comicios, los bolivianos elegirán a su Presidente y Vicepresidente, además de 130 diputados y 36 senadores. La pugna interna en el MAS, los bloqueos y la crisis económica prometen convertir estas elecciones en unas de las más tensas del último tiempo.