Julian Assange, fundador de WikiLeaks, asistió este sábado 26 de abrilal funeral del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano, para expresar gratitud por el respaldo del pontífice durante su encarcelamiento, según un mensaje publicado por su esposa, Stella Assange, en la red social X.
El activista y periodista australiano Julian Assange acudió acompañado de su esposa, Stella, y sus dos hijos a la ceremonia fúnebre del Papa Francisco, fallecido el lunes 21 de abril de 2025 a los 88 años. A la familia la vieron en la Via della Conciliazione, cerca de la Basílica de San Pedro, según una fotografía compartida por Stella en la cuenta oficial de WikiLeaks en X. La asistencia de Assange destacó entre las 250.000 personas presentes en la plaza y las 140 delegaciones extranjeras que rindieron homenaje al pontífice.
El mensaje de Stella indicó que la familia viajó a Roma para “expresar la gratitud por el apoyo del Papa durante la persecución a Julian”. Este gesto se relaciona con las acciones del Papa Francisco en favor de Assange durante su reclusión.
El apoyo papal Julian Assange
En junio de 2023, Stella Assange y sus hijos se reunieron con el Papa Francisco en el Vaticano para discutir la situación de Julian, quien estaba encarcelado en la prisión de Belmarsh, Londres. Según Stella, el pontífice escribió a Assange en prisión y propuso ofrecerle asilo en el Vaticano, aunque esta oferta no se materializó. Estas acciones, dice, reflejan el interés del Papa en la causa de Assange. Este enfrentaba un proceso de extradición a Estados Unidos por filtraciones de documentos clasificados.
Liberación bajo fianza
Assange recuperó su libertad en junio de 2024 tras un acuerdo extrajudicial con las autoridades estadounidenses. Lo sentenciaron a 62 meses de cárcel por obtener y publicar documentos clasificados, pero no cumplió la pena, ya que había pasado cinco años en una prisión británica. Su presencia en el funeral simboliza un reconocimiento al Papa Francisco, quien abogó por su causa durante su pontificado.
El funeral, celebrado con gran solemnidad, incluyó una procesión del féretro del Papa hacia la Basílica de Santa María la Mayor, donde fue sepultado. Se desconoce si su asistencia generó malestar en mandatarios como Donald Trump.