Jorge Guzmán, presidente del Club Sport Emelec, reveló que la deuda del club asciende a 26 millones de dólares, anunciando auditorías para determinar valores exactos y responsables. Desde Guayaquil, Guzmán busca sanear las finanzas del equipo, sumido en una crisis deportiva y económica, y promete sanciones institucionales y legales.
Emelec, uno de los equipos más tradicionales del fútbol ecuatoriano, atraviesa una de las peores crisis de su historia. Jorge Guzmán, electo presidente en febrero de 2025, asumió el cargo con el compromiso de transparentar la situación financiera del club. En su reciente declaración en La Radio Redonda, Guzmán detalló que la deuda alcanza los 26 millones de dólares, un monto que incluye obligaciones con acreedores como el Banco del Pacífico, la FIFA, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y otros.
Guzmán destacó que su directiva está realizando auditorías internas para verificar los montos y determinar quiénes son los responsables de la situación. “Estamos haciendo auditorías para corroborar valores y responsables. Vamos a buscar que sean sancionados no solo a nivel institucional sino también ante la justicia ordinaria”, afirmó. Esta declaración refuerza su compromiso con la transparencia, una promesa central de su campaña electoral.
La crisis en Emelec
Los azules no solo enfrenta problemas financieros, sino también deportivos. En la temporada 2025 de la LigaPro, el equipo ocupa la última posición de la tabla tras cuatro fechas sin victorias, con un solo punto. Además, sanciones de la FIFA por deudas impiden al club inscribir nuevos jugadores, lo que agrava la crisis deportiva. Según Guzmán, el club es el “más moroso de la Conmebol”, con siete sanciones acumuladas.
La gestión de las directivas anteriores, lideradas por José Pileggi y César Avilés, ha sido señalada por Guzmán como la principal causa de la debacle. En marzo, el presidente electo denunció irregularidades como la falta de inventarios, contratos perjudiciales para el club y el abandono de trofeos históricos. Estas acusaciones han generado expectativa entre los hinchas, quienes exigen claridad y soluciones.
Acciones legales y búsqueda de responsables
Guzmán ha enfatizado que su directiva no solo busca sanear las finanzas, sino también garantizar que los responsables enfrenten consecuencias. La posibilidad de llevar los casos a la justicia ordinaria representa un paso inédito en la gestión del club. “No queremos que los culpables queden impunes”, señaló en la entrevista, sin mencionar nombres específicos, aunque se presume que apunta a exdirigentes.
El proceso de auditoría, que incluye la revisión de contratos y movimientos financieros desde 2022, está siendo liderado por un equipo de abogados y auditores. Guzmán espera que los resultados preliminares se presenten en los próximos meses, lo que permitirá identificar si hubo malversación o negligencia en la gestión pasada.
Retos para la inscripción de la directiva
A pesar de su elección en febrero, la directiva de Guzmán enfrentó obstáculos para ser inscrita por el Ministerio del Deporte debido a presuntas irregularidades en el proceso electoral. En abril, tras subsanar las observaciones, Guzmán fue reconocido oficialmente como presidente. Este reconocimiento ha permitido avanzar en negociaciones con acreedores y en la planificación deportiva para la segunda mitad de 2025.
Entre las prioridades de Guzmán está levantar la prohibición de fichajes impuesta por la FIFA. En la entrevista, mencionó conversaciones para el posible retorno de jugadores históricos como Miller Bolaños y Sebastián Rodríguez, así como el interés en el defensa Lucas Klimowicz. Estas incorporaciones dependerán de la resolución de las deudas pendientes.
Perspectivas para Emelec
La gestión de Guzmán representa una esperanza para los aficionados, pero los retos son enormes. Además de la deuda, el club enfrenta una coactiva del Banco del Pacífico por 9.8 millones de dólares, que incluye el embargo de bienes como palcos y suites del estadio George Capwell. Guzmán ha expresado su intención de negociar un canje de deuda con el banco para aliviar esta presión.
Con un presupuesto inicial estimado entre 4 y 5 millones de dólares, la directiva busca estabilizar las finanzas, garantizar pagos puntuales a los jugadores y mejorar el rendimiento deportivo. La hinchada, conocida por su pasión, espera que las promesas de transparencia y sanciones se traduzcan en resultados concretos.