Irán advirtió este miércoles que atacará bases militares estadounidenses en Oriente Medio si se desata un conflicto con Estados Unidos. El anuncio se dio en un contexto de crecientes tensiones antes de una nueva ronda de negociaciones sobre el programa nuclear iraní. La declaración llega mientras ambos países se preparan para retomar el diálogo en busca de un acuerdo que limite las capacidades nucleares de Teherán.
Aziz Nasirzadeh, ministro de Defensa iraní, afirmó que, en caso de enfrentamiento, “la otra parte sufrirá sin duda más pérdidas que nosotros”. La advertencia se produce días antes de las conversaciones programadas en Viena. Allí representantes de Irán y Estados Unidos abordarán el futuro del acuerdo nuclear de 2015, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA).
Irán realiza advertencia a Estados Unidos
Desde su regreso a la presidencia en enero de 2025, Donald Trump ha reactivado su estrategia de “máxima presión” contra Irán. Para ello ha combinado sanciones económicas con una postura diplomática dura. Trump ha respaldado las negociaciones nucleares, pero también ha advertido que Estados Unidos está preparado para una acción militar si las conversaciones fracasan.
Esta política busca presionar a Irán para que acepte restricciones más estrictas sobre su programa nuclear, que Teherán asegura es para fines pacíficos. El JCPOA, firmado en 2015 entre Irán y seis potencias mundiales, buscaba limitar el enriquecimiento de uranio a cambio de alivio en sanciones. Sin embargo, en 2018, Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo, lo que llevó a Irán a reanudar actividades nucleares previamente restringidas.
El Pentágono no ha respondido
Desde entonces, las tensiones entre ambos países han escalado, incluyendo enfrentamientos indirectos en Irak y Siria. Allí milicias respaldadas por Irán han atacado intereses estadounidenses. Nasirzadeh no especificó qué bases serían objetivo, pero Estados Unidos mantiene una presencia militar significativa en países como Qatar, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos. El Pentágono no ha respondido oficialmente a las declaraciones iraníes.
El contexto regional añade complejidad a las negociaciones. Irán ha fortalecido su influencia en Oriente Medio a través de aliados como Hezbolá en Líbano y las milicias hutíes en Yemen. Por su parte, Estados Unidos ha incrementado su apoyo militar a Israel y Arabia Saudita, rivales de Teherán. Los analistas advierten que un fracaso en las conversaciones podría desencadenar una escalada militar en la región.
Posturas endurecidas de Washington y Teherán
La comunidad internacional, incluyendo la Unión Europea, que media en las negociaciones, ha instado a ambas partes a priorizar el diálogo. “Un retorno al JCPOA es la mejor vía para garantizar la estabilidad”, declaró un portavoz de la UE. Sin embargo, las posturas endurecidas de Washington y Teherán complican las perspectivas de un acuerdo.
Las próximas conversaciones en Viena serán cruciales para determinar si ambas naciones pueden evitar un conflicto mayor. Mientras tanto, la retórica beligerante de Irán y la presión de Estados Unidos mantienen en vilo a la región, con implicaciones globales para la seguridad y la economía.