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 "Tienen que lograr que su gobernadora reabra el estado, ¿bien?", dijo Trump en un mitin en Muskegon (Michigan).

Al mencionar a la política demócrata, las miles de personas congregadas, muchas con máscaras faciales, pero sin respetar la distancia social recomendada para protegerse de la covid-19, comenzaron a gritar.
Y Trump siguió: "Lograr que las escuelas abran, las escuelas tienen que estar abiertas, ¿verdad?".
Entonces el público comenzó a gritar "lock her up" (enciérrenla), una expresión que se popularizó en la campaña de 2016 en los mítines de Trump en referencia a su entonces rival en los comicios, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
Ante esta reacción, Trump se rió y respondió: "encerrémoslos", sin ofrecer precisiones.
La reacción de Whitmer fue inmediata y contestó al mandatario en un tuit.
"Esta es exactamente la retórica que me ha puesto a mí, a mi familia y las vidas de otros funcionarios gubernamentales en riesgo, mientras intentamos salvar las vidas de los estadounidenses. Debe parar.", dijo la gobernadora.
El jueves un tribunal federal de Michigan acusó a seis personas formalmente de conspirar para cometer el secuestro de la gobernadora y de otros funcionarios, con lo que se enfrentan a una condena de cadena perpetua.
Paralelamente, el estado de Michigan imputó delitos relacionados con terrorismo a otro grupo de siete miembros de la milicia "Wolverine Watchman", una organización con ideas ultraderechistas que fue infiltrada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Los miembros de la milicia habían adquirido armas, realizado vigilancias a la gobernadora en su domicilio y se habían entrenado para secuestrarla o asesinarla junto a otros miembros del Gobierno estatal de Michigan antes de las elecciones generales del 3 de noviembre.
En una rueda de prensa, la fiscal general de Michigan, Dana Nessel, explicó que los acusados pertenecían a "Wolverine Watchman", tenían la intención de instigar una guerra civil en el país y se enfrentan a cargos relacionados con terrorismo y conspiración para cometer un secuestro.
Whitmer ha sido el objeto de críticas por parte de grupos conservadores y milicias de ultraderecha desde que decidió imponer el cierre de la actividad comercial y las aglomeraciones en el estado como medidas de contención de la pandemia de la covid-19. EFE