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La Policía Federal de Brasil ha iniciado este jueves una investigación al presidente, Jair Bolsonaro, por unas declaraciones de octubre de 2021 en redes sociales en las que relacionaba la vacuna contra el coronavirus con la posibilidad de contraer el virus del sida.

En una de sus intervenciones semanales a través de redes sociales, Bolsonaro aseguró que los vacunados contra el coronavirus “están desarrollando el síndrome de la inmunodeficiencia adquirida”, una asociación que las autoridades médicas calificaron de falsa y absurda.

Por estas declaraciones, el juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, ya abrió una causa el pasado 3 de diciembre de 2021 tras la petición de la comisión parlamentaria que investigó los posibles delitos que se habrían cometido durante la gestión de la pandemia en Brasil, entre ellos el de difusión de noticias falsas.

Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando la Policía Federal ha tomado cartas en el asunto. La delegada responsables del caso, Lorena Nascimento, ha adelantado que pedirá colaboración internacional en la investigación, a raíz de las fuentes de instituciones extranjeras que Bolsonaro citó cuando hizo esa comparación.

Entre estas fuentes está el Ministerio de Salud de Reino Unido, al que Bolsonaro citó cuando aseguró que había estudios oficiales publicados en los que se afirmaba que “los totalmente vacunados (…) están desarrollando el síndrome de la inmunodeficiencia adquirida mucho más rápido de lo previsto”.

A su vez, las autoridades brasileñas consultarán con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, que, según Bolsonaro, habría publicado un informe en el que se aseguraba que la mayoría de muertes por gripe se producen por una neumonía bacteriana secundaria que aparece por el uso continuado de la mascarilla.

Por todo ello, Bolsonaro será investigado por crímenes contra la salud pública, como violación de las medidas sanitarias de prevención o incitación al delito, informa la delegada Nascimento, informa el portal de noticias brasileño G1.

Aquellas palabras de Bolsonaro provocaron que días después Facebook retirase el vídeo de sus plataformas al considerar que violaba sus políticas que prohíben “alegar que las vacunas contra el coronavirus matan o pueden causar daños graves”.

Ese fue el segundo vídeo que la empresa le retiró a Bolsonaro, después de una grabación de marzo de 2020 en la que el presidente brasileño promocionaba el uso de la cloroquina, un fármaco contra la malaria, para tratar de manera preventiva el coronavirus, a pesar de que la ciencia ha demostrado no solo que es ineficaz, sino que también podría ser contraproducente en algunos casos.

El informe final de la comisión parlamentaria que investigó la gestión de Bolsonaro durante la crisis sanitaria propuso, además de prohibirle las redes sociales para que dejara de difundir noticias falsas, acusarle de nueve delitos, entre ellos el de lesa humanidad, prevaricación, empleo irregular de fondos públicos y charlatanería, figura que recoge el Código Penal para castigar a quienes promocionen remedios sin fundamento médico contra enfermedades.