La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que está estudiando los datos de eficacia del molnupiravir, un tratamiento oral en pastillas contra la COVID-19 desarrollado por la farmacéutica alemana Merck, aunque anticipó que “podría ser una nueva arma en la lucha contra la pandemia”.
“Es un progreso interesante, aunque aún tenemos que ver los datos completos”, señaló en rueda de prensa el portavoz de la OMS Christian Lindmeier tras conocerse que Merck ha solicitado a los reguladores estadounidenses que se apruebe su uso de emergencia.
Estas pastillas podrían ser el primer tratamiento oral contra la COVID-19 (más sencillo de usar por tanto que otros intravenosos) y uno de los primeros pensados para casos leves de la enfermedad, los que no requieren en principio hospitalización.
Lindmeier subrayó que las vacunas y fármacos contra la COVID-19 no son la única arma actual contra el coronavirus y recordó que también lo son el uso de mascarilla y el distanciamiento físico, especialmente para personas que todavía no tienen acceso a los productos farmacéuticos.
Tras la solicitud de aprobación a la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), Merck señaló en un comunicado que presentará peticiones similares en otros países en los próximos meses.
A principios de este mes la farmacéutica anunció que sus análisis provisionales mostraban que el molnupiravir reducía en alrededor del 50 % el riesgo de hospitalización o muerte entre pacientes.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha señalado que el nuevo fármaco puede ser un gran avance especialmente en países en desarrollo donde la vacunación aún es baja, pero pidió para ello que Merck y otras firmas se aseguren de que este tipo de tratamiento esté disponible a un precio asequible en todo el mundo.
MSF calculó que el tratamiento de cinco días con molnupiravir a precios de mercado puede costar unos 700 dólares, aunque si se desarrollara con genéricos alternativos, que por ejemplo ya se fabrican en India, podría bajar a 20 dólares. EFE