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Un joven de 21 años murió este domingo en Bélgica tras precipitarse desde una ventana cuando escapaba de una operación policial contra una pequeña fiesta ilegal en un hotel de Amberes.

La Policía acudió al hotel tras una queja de ruidos en una de las habitaciones, según la Fiscalía de la ciudad. Cuando los agentes llegaron, los ocho asistentes intentaron esconderse. El joven salió por una ventana y se estrelló contra el suelo.

Los intentos para reanimar al joven no tuvieron éxito, según la Fiscalía, que ha abierto una investigación para determinar las circunstancias exactas de su muerte.

El alcalde de Amberes, Bart de Wever, ya ha trasladado sus condolencias y expresado su tristeza por el suceso, tal y commo recoge la agencia de noticias Belga.

“Estoy consternado por la muerte de este joven. La muerte de alguien de tan corta edad nos lleva a considerar seriamente los efectos sobre la salud mental de la población durante largos periodos de confinamiento”, ha lamentado.

“Espero mantener un debate social tranquilo sobre esto”, ha añadido el alcalde sobre las restricciones que impiden la presencia de varias personas ajenas a la misma familia en una habitación.