Una tribu indígena del sur de la provincia canadiense de Columbia Británica han anunciado el hallazgo de otras 182 tumbas sin identificar cerca de un internado de asimilación forzosa de población indígena, con las que la cifra de tumbas anónimas encontradas cerca de estas antiguos centros es ya de 1.148.
Cerca de la antigua Escuela St. Eugene’s Mission, una de los cuatro grupos de la Nación Ktunaxa, la Primera Nación Lower Kootenay, ha descubierto estas tumbas usando un radar de penetración de suelo. Han indicado que se encontraban a poca profundidad, de aproximadamente un metro.
Este internado fue dirigido por la Iglesia Católica desde 1912 hasta principios de la década de 1970, desde cuando el edificio se convirtió en un resort y casino, con un campo de golf adyacente. Según la tribu, hasta 100 de sus miembros fueron obligados a asistir a esta escuela de asimilación.
En este sentido, en un comunicado de prensa recogido por la cadena de televisión pública canadiense CBC, han indicado que “se cree que los restos de estas 182 almas son de los grupos miembros de la Nación Ktunaxa, las comunidades vecinas de las Primeras Naciones y la comunidad de aq’am”.
Este hallazgo se da después de que la tribu Cowessess encontrara 750 tumbas en la Escuela Residencial Indígena Marieval y otro descubrimiento en la Escuela Residencial India Kamloops de 210 tumbas adicionales, en medio de la polémica levantada en el país por el hallazgo de más tumbas en escuelas que se levantaron para la asimilación forzosa de población india.
“GENOCIDIO CULTURAL”
Este tipo de escuelas se crearon en los siglos XIX y XX para asimilar de forma forzosa a los jóvenes indios y estaban financiadas por el Estado y gestionadas por organizaciones religiosas, y las recientes investigaciones y hallazgos de cadáveres han levantado revuelo en la nación que ha llevado al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a exigir a la Iglesia Católica que “asuma su responsabilidad”.
Tras esta información, además, algunas de las tribus indígenas canadienses comenzaron a investigar los alrededores de las inmediaciones de estas escuelas con radares de penetración de suelo para localizar tumbas, como es el caso de Cowessess, algo que los expertos ya han anticipado llevará a más descubrimientos de este calibre.
Los grupos indígenas canadienses han pedido que se investiguen todas las antiguas escuelas residenciales del país. Durante décadas, miles de niños fueron apartados de sus familias e internados en colegios residenciales, donde debían aprender las tradiciones de los colonialistas europeos para olvidar su propia cultura, enfrentándose además a la violencia y a abusos sexuales.
Una comisión de investigación concluyó en 2015 que muchos de los menores no regresaron jamás a sus comunidades y reconoció así un “genocidio cultural”, mientras que el Proyecto Niños Perdidos ha identificado hasta el momento a más de 4.100 menores fallecidos durante su estancia en los internados, de los que muchos fueron sepultados en los propios recintos escolares.