El Gobierno de la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ha declarado este jueves el desastre nacional a causa de los fuertes incendios y la grave sequía registrada en el país.
Con esta decisión, las autoridades abren la puerta a la ayuda internacional para hacer frente al fuego, que afecta ya a cinco departamentos de Bolivia.
"Vamos a enfrentarnos al desafío y la crisis de los incendios y la sequía. Pido unidad para luchar contra el fuego y proteger al medio ambiente y a los animales", ha expresado Áñez, según informaciones del diario ‘El Deber’.
En declaraciones a los medios de comunicación, el ministro de Defensa, Fernando López, ha señalado que los tres niveles de Gobierno han agotado sus recursos para sofocar las llamas. En este sentido, ha explicado que se han utilizado todos los recursos disponibles, si bien ya "no pueden combatir solos".
López ha aclarado así que se pedirá ayuda internacional y se abrirán las puertas para que "manos amigas pongan su atención en Bolivia y se pueda canalizar la máxima colaboración posible".
"El fuego está avanzando, se han unido incendios y por los vientos y las altas temperaturas no hay otra manera de enfrentarse esta crisis. Vamos a hacer una planificación centrada y en cada sector de los incendios habrá un comando de incidencias para estar conectados", ha manifestado López.
Hasta el momento se han quemado más de 1,4 millones de hectáreas en el país, según datos del Ministerio de Medio Ambiente. En la última jornada, los focos de incendio han aumentado de 3.237 a 5.430, según el balance del Gobierno.
Del total de estos focos, 1.542 se encuentran dentro de reservas forestales. La región más afectada es la del departamento de Santa Cruz, al concentrar el 75 por ciento de los focos de calor en el país, es decir, 4.086 focos de calor.