Los periodistas Leiner Montero y Dilia Contreras fueron asesinados esta madrugada en una carretera del municipio de Fundación, en Magdalena, en el Caribe colombiano, cuando volvían de cubrir unas fiestas patronales, informaron este domingo organismos de prensa y la Policía.
“Rechazamos y lamentamos el asesinato de los periodistas Leiner Montero y Dilia Contreras ocurrido en la madrugada de hoy en la vía que conduce del corregimiento de Santa Rosa de Lima al casco urbano del municipio de Fundación, en Magdalena”, dijo la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en un comunicado.
Montero, de 37 años, era director de la emisora local Sol Digital Stereo y Contreras, de 39 años, era directora del programa digital La Bocina Col y ambos regresaban de cubrir las fiestas patronales de Santa Rosa de Lima.
El comandante de Policía del departamento de Magdalena, el coronel Andrés Serna, informó a los medios que los periodistas se movilizaban en un automóvil “cuando fueron abordados por dos delincuentes que se movilizaban en una motocicleta, quienes accionaron un arma de fuego en contra” de los dos periodistas.
Además, según la Policía, también resultó lesionada otra persona que está recibiendo atención médica.
Las primeras versiones policiales indican que en las fiestas patronales donde estuvieron los periodistas “se presentó un hecho de intolerancia, que está siendo investigado”, pero no indicaron si eso tuvo algo que ver con el asesinato.
Se desconoce si los hechos tienen que ver con su trabajo ni quién está detrás de estos asesinatos, aunque en la zona hay presencia de varios grupos criminales como el Clan del Golfo y otros grupos dedicados al narcotráfico como Los Pachenca o la Oficina Caribe.
“Es urgente que la Policía y la fiscalía investiguen y tengan en cuenta el trabajo de reportería que estaban haciendo”, pidió el director de la FLIP, Jonathan Bock.
Se trata del primer asesinato de periodistas que ocurre este 2022 en Colombia. El último, según la FLIP, fue el de Marcos Efraín Montalvo, el 19 de septiembre de 2021, el único de ese año, que ocurrió en Tuluá (Valle del Cauca, suroeste).