Naciones Unidas ha condenado este lunes el asesinato de un niño de 12 años a manos de una turba que le sorprendió junto a otro joven de 18 años robando en una tienda de alimentos del municipio de Tibú, en el norte de Colombia. Los dos aparecieron más tarde con las manos atadas y con un disparo, tirados en una vereda.
“Condenamos el asesinato de un niño de 12 años en Tibú, Norte de Santander. Expresamos condolencias a su familia. Instamos a las autoridades a investigar estos hechos. Hacemos un llamado al respeto a la vida y protección de los niños y las niñas”, ha escrito en su cuenta de Twitter la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Colombia.
Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes, cuando ambos jóvenes fueron acusado de robar en una tienda. Los comerciantes de la zona, según han publicado medios colombianos, retuvieron a los dos muchachos hasta que unos hombres en motocicleta y armados se hicieron cargo de ellos.
Sus cuerpos fueron encontrados horas después tirados en un camino. Ambos habían recibido un disparo en la cabeza y el niño de 12 años llevaba un cartel al cuello con la palabra ‘ladrón’, cuenta el diario colombiano ‘El Espectador’.
Organizaciones de la sociedad civil han denunciado que la Policía de Norte de Santander obvió deliberadamente las llamadas de los comerciantes de la zona, permitiendo que los dos muchachos fueran finalmente apresados por este grupo de hombres armados que todavía no ha sido identificado.
La Policía, que ha anunciado una recompensa de cien millones de pesos colombianos ( unos 26 mil dólares) para quien ofrezca información que ayude a dar con el paradero de los responsables, se ha apresurado a responsabilizar a los grupos armados que operan en la zona, ya sea el Frente 33 de las disidencias de las FARC, o la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).