Un presunto narcotraficante fue abatido por las Fuerzas Armadas de Perú durante un enfrentamiento con los ocupantes de un vehículo que transportaba unos 60 kilos de cocaína, según informó este viernes el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en un comunicado.
La escaramuza ocurrió el jueves a las 04h30 hora local en las proximidades de Santa Cruz de Llacchuas, una aldea del distrito de Santillana, en la sureña región de Ayacucho, que es parte del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), la mayor cuenca cocalera de Perú.
En ese momento las Fuerzas Armadas habían detenido un automóvil sospechoso, cuyos ocupantes lanzaron un intempestivo ataque con disparos hacia los militares para huir del lugar, lo que consiguieron con éxito salvo uno de ellos, que fue alcanzado por los disparos efectuados para repeler el ataque.
El atacante fallecido fue identificado como Delinson Romero, de 21 años, cuyo cuerpo fue trasladado a la ciudad de Huamanga, capital de Ayacucho, para continuar las investigaciones.
Dentro del vehículo interceptado fueron hallados unos 60 kilos de clorhidrato de cocaína en 67 paquetes rectangulares, así como una granada de guerra.
Un ataque similar se produjo horas antes el mismo jueves, cuando otra patrulla integrada por militares y policías fue atacada por presuntos narcotraficantes en el cercano municipio de Canayre.
En el lugar se encontraron dos pozas, una de maceración de hoja de coca y la segunda de decantación, además de abundante armamento como dos pistolas automáticas, dos granadas de mano, un cargador de fusil Galil, un cargador de Uzi y municiones de distinto calibre.
En el Vraem se encuentran casi la mitad de los 61.777 hectáreas de cultivos de hoja de coca existentes a nivel nacional en Perú, segundo productor mundial de cocaína después de Colombia.
Del Vraem proceden la gran mayoría de las no menos de 400 toneladas métricas que las autoridades estiman que Perú exporta cada año al extranjero, principalmente a Estados Unidos, Europa y Brasil.
En esta agreste y extensa zona selvática de la vertiente oriental de los Andes, ubicada en el sur de Perú, se encuentran también el último remanente terrorista de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso, quienes persisten gracias a los cupos que reciben el narcotráfico para resguardar la salida de la droga del Vraem. EFE