Unas 236.000 personas mueren ahogadas cada año y más de la mitad de estos decesos corresponden a gente joven (menos de treinta años) y niños en particular, dijo hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS), al presentar datos sobre esta problemática de cara al primer Día Internacional de Prevención del Ahogamiento.
La fecha elegida es el 25 de julio, que coincide con el periodo estival y vacacional en el hemisferio norte, donde millones de familias acuden a piscinas, lagos, ríos y playas para buscar frescor, pero que también pueden convertirse en lugares riesgosos sobre todo para los niños más pequeños.
Según los datos de la OMS, actualizados a 2019, los niños menores de cinco años son los más propensos a ahogarse y no solo en las playas, sino también de manera accidental en pozos o lugares de almacenamiento de agua.
En la última década, 2,5 millones de personas se han ahogado en el mundo y las víctimas provienen principalmente de estamentos pobres y marginados. Se trata de poblaciones que carecen de recursos para adaptarse a los riesgos relacionados con el agua que los rodean.
La tasas de muertes por ahogamiento es tres veces más alta en los países pobres que en los ricos, indicó el doctor David Meddings, especialista de la OMS en esta materia.
Estas cifras no consideran personas muertas en inundaciones, en accidentes de embarcaciones o en naufragios de cualquier tipo.
Con ocasión del Día Internacional de Prevención del Ahogamiento, la OMS pidió a los gobiernos que implementen planes nacionales para reducir la incidencia de las muertes por este motivo. EFE