Familiares y amigos se dan cuenta que velan a una mujer con vida, después de dos horas dentro del cofre, todos se sorprendieron.
En un hogar de ancianos en Waverly (Nebraska), Estados Unidos de América, se desarrolló un acontecimiento singular que captó la atención mundial. Todo comenzó el lunes 3 de junio por la mañana, cuando Constance Glantz, de 74 años y bajo cuidados paliativos, fue dada por muerta.
La situación tomó un giro inesperado horas más tarde, cuando en la funeraria se percataron de que Glantz, ya trasladada y ubicada en la sala fúnebre, aún respiraba, pese a su supuesto fallecimiento hace dos horas.
La mujer, tras ser considerada muerta, había sido trasladada a la funeraria Butherus-Maser & Love en Lincoln, donde un empleado notó su condición de vida, a pesar del dictamen previo.
La policía fue alertada rápidamente, y el jefe adjunto del sheriff del condado de Lancaster, Ben Houchin, en una conferencia posterior, destacó lo excepcional del caso, asegurando no haber visto nada similar en sus 31 años de servicio.
Los servicios de emergencia llegaron al lugar, logrando reanimar a Glantz y trasladarla al hospital. La incertidumbre sobre cómo fue declarada muerta dejó perplejos a todos, y las investigaciones continuaron para esclarecer los hechos.
Houchin afirmó que no se detectó intención criminal por parte del asilo, aunque se mantendrían las indagaciones. El policía expuso que no se tenía certeza de cuántas personas confirmaron la muerte de Glantz.
El jefe adjunto expresó la necesidad de revisar los protocolos actuales para evitar futuros errores. Además, aseguró una evaluación exhaustiva sobre quién verifica los signos vitales y cómo se declara la muerte.