Una mujer afgana, en medio de una crisis alimentaria agravada por el regreso de los talibanes, se vio obligada a vender a uno de sus gemelos recién nacidos para obtener dinero para alimentar al otro.

La afgana de 40 años le entregó a su bebé a una pareja sin hijos a cambio de 104 dólares (unos 2,528.24 lempiras) con los que esperaba comprar suficiente comida para seis meses.

Según se informó, ella y su esposo trabajaban en un granja sin embargo, se vieron obligados a mudarse a una ciudad donde el hombre y su segundo hijo mayor trabajaban como jornaleros antes de la toma de posesión de los talibanes en agosto que colapsó la economía e hizo que el trabajo se agotara.

El sitio Save the Children entrevistó a la mujer y le indicó que había dado a luz a una niño y una niña hace algunos meses al dejar la granja, donde toda su ropa es de segunda mano o donada.

No quería dejarlo ir

La mujer quería quedarse con los dos bebés, pero solo podía conseguir comida suficiente para solo uno de ellos, por lo general pan y leche en polvo.

Su esposo, de 45 años, solo logró un trabajo de una vez a la semana donde solo logra 2 dólares por jornada.

La mujer añadió que su segundo hijo mayor trabaja en el mercado cercano empujando carritos que los dueños de los puestos usan para llevar sus productos. Pero debido a que es joven, los propietarios a menudo prefieren usar niños más fuertes y con frecuencia también se queda sin trabajo.

“Fue difícil. Más difícil de lo que puedas imaginar. Entregué a mi hijo por la indigencia. No podía cuidarlo y no podía pagar nada”, expresó la mujer.

La madre indicó que con el dinero de la venta de su hijo, su esposo compró arroz, aceite y harina. “Necesitamos ayuda, tenemos hambre y somos pobres”, agregó el marido.