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Más de 180 niños han muerto o resultado heridos por restos explosivos en Siria tras el fin del conflicto. La ONG Save the Children advierte sobre el riesgo latente de minas terrestres y explosivos sin detonar.

La organización Save the Children informó este jueves 6 de marzo que más de 180 niños murieron o resultado heridos en los últimos tres meses en Siria debido a explosivos remanentes de la guerra. La situación se agravó con la reciente ofensiva relámpago de grupos yihadistas y rebeldes, que culminó con la caída del presidente Bashar al Assad.

Según la ONG, 628 personas han sido víctimas de explosivos en el último trimestre, lo que representa más de dos tercios del total de 2023. Niños y niñas constituyen casi un tercio de las víctimas, con más de 60 menores fallecidos hasta la fecha. Se teme que la cifra aumente conforme las familias regresan a sus hogares y los menores retoman actividades al aire libre.

La sombra del conflicto persiste en Siria

Desde el inicio de la transición en Siria, 1,2 millones de personas han vuelto a sus comunidades, incluidas 885.000 personas desplazadas internamente, según datos de las Naciones Unidas.

El director de Save the Children en Siria, Bujar Hoxha, señaló que “gran parte del país está plagado de minas y explosivos sin detonar, lo que sigue poniendo en peligro a la población”. La ONG instó a la comunidad internacional a priorizar la protección de los menores y a acelerar los esfuerzos de desminado.

Llamado urgente a la acción internacional

Advirtió que la “falsa sensación de seguridad” ha incrementado la movilidad de los civiles, exponiéndolos a zonas con explosivos. Por ello, exhortó al gobierno de transición sirio a involucrarse activamente en la eliminación de estos artefactos.

Además, Save the Children instó a los donantes internacionales a reforzar la provisión de equipos técnicos para la “señalización y retiro de explosivos” y minas antipersona, con el fin de evitar nuevas tragedias en Siria.

FS.