Ecuador ha realizado avances significativos en la promoción de la inclusión laboral para personas con discapacidad, impulsados por la Ley Orgánica de Discapacidades, publicada en 2012 y reformada por última vez en 2019.
Esta legislación establece la obligatoriedad para empresas con más de 25 empleados de reservar al menos un 4% de sus puestos de trabajo para personas con discapacidad.
Sin embargo, la implementación de esta ley varía considerablemente entre provincias, y las oportunidades laborales para personas con Síndrome de Down dependen de factores como la economía local, la existencia de programas de capacitación y la sensibilización del sector empresarial.
Pichincha con más oportunidades
Pichincha, con su capital Quito como motor económico, concentra la mayor cantidad de vacantes laborales en el país. Portales de empleo como Multitrabajos y Computrabajo registran entre 1.000 y 1.500 vacantes mensuales. Aunque no todas están dirigidas específicamente a personas con discapacidad, se estima que entre 10 y 30 podrían ser adecuadas para personas con Síndrome de Down, especialmente en sectores como comercio, servicios y ONG.
La Fundación El Triángulo y otras organizaciones locales trabajan en la inclusión laboral. Según información de la página web de la Fundación El Triángulo, empresas como Nestlé, Banco Pichincha, El Ordeño, Life, y otras más, han acogido a más de 60 personas con discapacidad intelectual en su equipo de trabajo.
Esta fundación facilita la integración laboral con acompañamiento personalizado. “Preparamos a jóvenes con discapacidad intelectual para integrarse al mundo laboral de manera efectiva y sostenible. Mediante capacitaciones personalizadas, desarrollo de habilidades sociales y apoyo continuo, garantizamos que puedan desempeñarse en distintos entornos de trabajo con confianza y autonomía. Este proceso no solo permite a nuestros jóvenes desarrollar habilidades y fortalecer su independencia, sino que también aporta a la economía de sus familias, demostrando que la inclusión es una inversión en el bienestar de toda la comunidad” se destaca desde la institución.
Guayas con iniciativas puntuales y potencial
Guayaquil, como centro comercial e industrial, genera un volumen de vacantes similar a Pichincha, con entre 800 y 1.200 puestos mensuales en portales de empleo. Sectores como comercio, logística y salud son predominantes. Se estima que entre 10 y 20 vacantes mensuales podrían ser adecuadas para personas con Síndrome de Down, especialmente en roles de apoyo y atención al cliente.
En esa localidad, organizaciones como Fasinarm, desempeñan un papel crucial al capacitar a personas con discapacidad intelectual y auditiva preparándolas para el mercado laboral.
A pesar de estos esfuerzos, las iniciativas son puntuales y no masivas. Se estima que en Guayas se generan entre 15 y 40 oportunidades laborales específicas al año.
Manabí, un escenario con desafíos
Esta provincia, con una economía más limitada basada en pesca, turismo y comercio, presenta un panorama laboral más restringido.
En portales como Computrabajo, las vacantes mensuales en ciudades como Manta y Portoviejo rara vez superan las 100-150, y las dirigidas a personas con discapacidad son aún más escasas. Para personas con Síndrome de Down, las oportunidades podrían reducirse a menos de 5-10 al mes, enfocadas en trabajos básicos en pequeños negocios, según estimaciones de reclutadores de personal.
Según Lucía Pérez, familiar a cargo de una persona con Síndrome de Down, en Manabí no hay programas masivos de inclusión laboral. Sin embargo, el Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (CONADIS) tiene presencia en la provincia y promueve la inclusión laboral, aunque su impacto es limitado.
“Lo que hay son algunas iniciativas locales, como talleres de capacitación, que podrían generar oportunidades puntuales en turismo y artesanías” refirió Pérez.
Más de 40 mil personas con discapacidad viven en Manabí
El Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (CONADIS) y el Ministerio de Trabajo promueven programas de inclusión laboral, aunque no hay desgloses específicos por tipo de discapacidad o por provincia en los datos públicos.
Según datos del CONADIS, con corte a diciembre del 2024, Manabí tiene 43.555 personas con discapacidad de diferente tipo (física, intelectual, auditiva, visual, psicosocial, lenguaje), mientras que Pichincha tiene 64.859, y Guayas 83.768.