Hoy se celebra el 216 aniversario del Primer Grito de Independencia de Ecuador, un hecho histórico clave ocurrido el 10 de agosto de 1809 que marcó el inicio del proceso emancipador en la Real Audiencia de Quito.
Este acto protagonizado por patriotas quiteños rompió el dominio colonial español y sentó las bases para la independencia definitiva lograda en 1822. El Primer Grito de Independencia se convirtió en un símbolo y fuente de inspiración para los movimientos libertarios en América Latina.
El evento no surgió de forma aislada, sino que respondió a complejos factores políticos, sociales e ideológicos que se gestaron durante décadas en la Real Audiencia de Quito. Esta entidad administrativa dependía primero del Virreinato del Perú y, luego, del Virreinato de Nueva Granada.
La crisis política en España tras la invasión napoleónica de 1808 deslegitimó el poder colonial. Además, las ideas ilustradas de pensadores como Rousseau, Montesquieu y Locke llegaron a las élites criollas, quienes anhelaban un gobierno autónomo.
Antecedentes históricos y contexto del levantamiento
La Real Audiencia de Quito vivía profundas desigualdades sociales y económicas. Los criollos, aunque educados y con recursos, quedaron excluidos de los altos cargos administrativos, reservados para los peninsulares. Los impuestos abusivos, tales como el tributo indígena y las alcabalas, generaron gran descontento tanto en las clases populares como en las élites locales. Se intensificó la crisis con la competencia europea que afectó la industria textil quiteña, aumentando las tensiones económicas.
Las revoluciones externas ejercieron fuerte inspiración para la independencia. La Revolución Americana de 1776 y la Revolución Francesa de 1789 mostraron que era posible luchar contra el absolutismo. En la región, levantamientos indígenas como el de Túpac Amaru II entre 1780 y 1781 evidenciaron el malestar contra el sistema colonial. Estos movimientos alentaron a los patriotas quiteños organizados en secretas reuniones, por ejemplo en la casa de Manuela Cañizares, para planificar la rebeldía que empezó en agosto de 1809.
Durante la noche del 9 de agosto, líderes como Juan Pío Montúfar, Juan de Dios Morales, Manuel Quiroga, Antonio Ante y José Ascázubi prepararon la destitución del presidente de la Real Audiencia, Manuel Ruiz Urriés de Castilla. El 10 de agosto tomaron el cuartel militar de Quito y depusieron pacíficamente a las autoridades coloniales. Se proclamó la Primera Junta de Gobierno Autónoma, presidida por Juan Pío Montúfar, marqués de Selva Alegre.
Consecuencias inmediatas
La Junta declaró lealtad formal al rey Fernando VII, pero buscó ejercer un gobierno autónomo, libre de la influencia directa de los virreinatos y la Corona. El manifiesto redactado ese día expresó el deseo de “preservar los derechos del rey y del pueblo” frente a la usurpación napoleónica, aunque también evidenció un anhelo claro de soberanía.
Las autoridades coloniales consideraron esta acción subversiva y reaccionaron rápido. En octubre de 1809, tropas realistas enviadas desde Bogotá y Lima disolvieron la junta y encarcelaron a muchos patriotas. La represión alcanzó su punto más cruel con la masacre del 2 de agosto de 1810 en las cárceles de Quito, donde decenas de ciudadanos murieron. Este hecho fortaleció aún más la causa independentista.
A pesar de su corta duración, el movimiento del 10 de agosto de 1809 tuvo un impacto profundo. Inspiró otros levantamientos en la región, como los de Bogotá (20 de julio de 1810), Buenos Aires (25 de mayo de 1810) y México (16 de septiembre de 1810). Quito recibió el título simbólico de “Luz de América” por ser pionera en la lucha por la libertad.
La conmemoración y el legado del Primer Grito de Independencia de Ecuador
Hoy, el Primer Grito de Independencia simboliza la valentía y el espíritu libertario del pueblo ecuatoriano. En 2025, las celebraciones oficiales incluyen ceremonias en la Plaza de la Independencia, donde se ubica el Monumento a los Héroes del 10 de Agosto, desfiles, ofrendas florales y eventos culturales en todo el país. El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) ofrece una exposición virtual con documentos y cartas históricas disponibles en su portal oficial.
El 10 de agosto de 1809 consolidó a Quito como epicentro revolucionario en América Latina. Aunque la gesta fue reprimida inicialmente, allanó el camino hacia la independencia definitiva lograda el 24 de mayo de 1822 en la Batalla de Pichincha, liderada por Antonio José de Sucre. Tras 216 años, el Primer Grito de Independencia sigue siendo un pilar de identidad nacional.