Hernán Galíndez, arquero de la selección ecuatoriana de fútbol, afirmó en una entrevista que decidió nacionalizarse ecuatoriano tras el terremoto del 16 de abril de 2016, ocurrido en la costa del país, motivado por la resiliencia de su población, tras años de vivir y jugar en Ecuador.
Hernán Galíndez, nacido el 30 de marzo de 1987 en Rosario, Argentina, compartió en una entrevista con DSportsEC que su decisión de adoptar la nacionalidad ecuatoriana no estuvo ligada a motivos deportivos, sino a una conexión personal con el país. El arquero, quien actualmente defiende el arco del club Huracán en la Primera División argentina, explicó que el terremoto de magnitud 7.8 que golpeó la costa ecuatoriana en 2016 fue un punto de inflexión en su vida.
El sismo, registrado el 16 de abril de 2016, dejó 671 fallecidos y más de 17.000 heridos, según datos oficiales del gobierno ecuatoriano. Galíndez, quien en ese momento jugaba para Universidad Católica de Quito, destacó la respuesta del pueblo ecuatoriano ante la tragedia. «Vi la fuerza que este país tuvo para levantarse, y supe que me quedaría para siempre acá», afirmó en la entrevista realizada por la periodista María José Flores.
El vínculo de Hernán Galíndez con Ecuador desde 2012
Galíndez llegó a Ecuador en 2012, cuando fue cedido por Rangers de Talca (Chile) a Universidad Católica, equipo con el que logró el ascenso a la Serie A ecuatoriana en su primera temporada. Durante su estadía, que se extendió por nueve años y más de 300 partidos, el arquero forjó un lazo profundo con el país. En febrero de 2019, tras iniciar los trámites en 2016, obtuvo oficialmente la nacionalidad ecuatoriana, un proceso que, según él, reflejó una «decisión de vida».
El arquero también expresó su gratitud hacia Ecuador en múltiples ocasiones. En posts en X fechados en marzo y abril de 2025, señaló que extraña «la cultura, la gente, la comida y las costumbres» del país. Afirmó: «Este es mi país, de aquí no me saca más nadie». Su paso por clubes como Aucas, donde ganó el título de la Serie A en 2022, reforzó su identificación con la nación.
Hernán Galíndez y su debut con La Tri
Tras su nacionalización, Galíndez fue convocado por primera vez a la selección ecuatoriana en octubre de 2020 por el técnico Gustavo Alfaro, como reemplazo de Johan Padilla, quien dio positivo por COVID-19. Su debut oficial ocurrió el 23 de junio de 2021 en un empate 2-2 contra Perú durante la Copa América. Desde entonces, ha disputado 25 partidos con La Tri, incluyendo tres en el Mundial de Qatar 2022 y otros tres en la Copa América 2024, según registros de la FIFA.
El arquero, de 1.89 metros de altura, es reconocido por sus reflejos y su capacidad para jugar con los pies, cualidades que lo han consolidado como una figura clave en el equipo nacional. Su participación en el Mundial de 2022 marcó un hito, al ser elegido como titular en los tres encuentros de la fase de grupos, frente a rivales como Qatar y Países Bajos.
El terremoto de 2016
El terremoto de 7.8 grados tuvo su epicentro cerca de las localidades de Pedernales y Cojimíes, en la provincia de Manabí, y es considerado uno de los desastres naturales más devastadores en la historia reciente de Ecuador. Además de las víctimas, dejó daños materiales estimados en 3.000 millones de dólares, según el Banco Central del Ecuador. La reconstrucción movilizó al país entero, un esfuerzo que Galíndez presenció y que influyó en su decisión de quedarse.
En la entrevista, el arquero relató cómo la solidaridad y la resistencia de los ecuatorianos lo marcaron profundamente. «Eso me terminó de decir: yo quiero ser ecuatoriano», afirmó, destacando que su elección no fue por conveniencia deportiva, sino por un sentido de pertenencia.
Regreso a Argentina y nostalgia
En enero de 2024, Galíndez firmó con Huracán en Argentina, regresando a su país natal tras más de una década en el extranjero. Sin embargo, su apego por Ecuador sigue intacto. «Hoy extraño todo: su cultura, su gente, sus costumbres», expresó en una entrevista con Radio Caracol el 21 de marzo de 2025, donde su voz se quebró al hablar de su deseo de volver a vivir en el país que lo acogió.