Miles de estudiantes se graduaron este jueves en la Universidad de Harvard, en Cambridge, Estados Unidos, mientras la jueza federal Allison Burroughs decidió prorrogar el bloqueo temporal a una medida impulsada por la administración de Donald Trump que busca impedir que la universidad inscriba a estudiantes extranjeros, quienes representan el 27% de su matrícula.
Harvard celebra en medio de disputa legal
El evento de graduación, celebrado con los tradicionales birretes negros y togas carmesí, reunió a estudiantes, familiares y personal académico. La ceremonia, marcada por un fuerte simbolismo, transcurrió mientras se desarrolla un conflicto legal entre la institución y el gobierno federal por la admisión de estudiantes extranjeros.
La decisión judicial fue anunciada por la jueza Allison Burroughs, del distrito de Massachusetts, quien prorrogó la suspensión cautelar del veto, emitida inicialmente el viernes anterior. Según indicó, el objetivo es proteger a los estudiantes internacionales mientras ambas partes presentan sus argumentos ante el tribunal.
Harvard ha solicitado detener la medida por considerarla perjudicial para su comunidad académica. Esto se argumenta porque ya hay estudiantes transfiriéndose a otras universidades debido al clima de incertidumbre.
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Medida de Trump desata críticas y tensión
La administración Trump emitió, horas antes de la audiencia, un aviso formal con su intención de prohibir a Harvard matricular y alojar a estudiantes internacionales, lo que inició un proceso legal de inhabilitación. Se otorgó a la universidad un plazo de 30 días para presentar pruebas que justifiquen su capacidad de mantener a dichos estudiantes.
El abogado de Harvard, Ian Gershengorn, expresó en audiencia que “nuestros estudiantes están aterrorizados” y denunció la presión legal como una forma de intimidación política.
Este enfrentamiento ocurre en el contexto de una campaña del expresidente Trump contra las universidades de élite, a las que acusa de promover ideologías de izquierda y antisemitismo. Harvard ha rechazado públicamente estas acusaciones.
Apoyo institucional y manifestaciones simbólicas
Durante la ceremonia, el presidente de Harvard, Alan Garber, recibió una ovación al reconocer la presencia de estudiantes internacionales y sus familias, afirmando que esa diversidad “es como debería ser”. Sin mencionar directamente el conflicto con Trump, su mensaje fue interpretado como respaldo a la comunidad internacional.
Varios estudiantes de la Escuela de Gobierno Kennedy desfilaron con globos simbólicos representando la diversidad de su procedencia. Algunos, como Lorena Mejía, graduada colombiana de 36 años, manifestaron sentirse “muy vulnerables” ante la situación migratoria.
El evento contó también con un discurso en latín y la participación de la banda universitaria, que recorrió las calles de Cambridge con chaquetas carmesí, reforzando el carácter tradicional del acto.
Implicaciones futuras para las universidades de EE. UU.
Harvard forma parte de la Ivy League, grupo de ocho universidades privadas de alta reputación. A diferencia de otras instituciones, ha optado por enfrentar legalmente medidas del gobierno relacionadas con políticas de diversidad, igualdad e inclusión.
Aunque el presidente Garber ha reconocido incidentes relacionados con antisemitismo en el campus, sostiene que la universidad busca garantizar la expresión de diversas opiniones en un entorno seguro. El resultado de este proceso podría sentar un precedente para otras universidades que reciben estudiantes extranjeros.