Al menos 18 personas murieron este domingo 20 de julio en la Franja de Gaza debido a desnutrición severa, según informó el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). Estas muertes, registradas en las últimas 24 horas, se suman a una crisis humanitaria agravada por el bloqueo de alimentos y medicamentos. La situación ha generado un aumento alarmante de casos de inanición, especialmente entre niños. Las autoridades locales exigen la apertura inmediata de cruces fronterizos para permitir el ingreso de ayuda humanitaria.
El Ministerio de Sanidad gazatí denunció lo que calificó como una “masacre silenciosa”, responsabilizando a las restricciones impuestas por Israel y a la inacción de la comunidad internacional. Según fuentes médicas, los hospitales de la región están colapsados. Diariamente reciben cientos de pacientes diarios con síntomas de agotamiento agudo, pérdida de memoria y apatía, todos relacionados con la falta de alimentos. La situación se agrava por la escasez de camas y suministros médicos, lo que limita la capacidad de atender tanto a los casos de desnutrición como a los heridos por los enfrentamientos en la zona.
Una emergencia que afecta a los más vulnerables
Desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, tras los ataques de Hamás, la Franja de Gaza enfrenta una crisis alimentaria sin precedentes. Según datos del Ministerio de Sanidad local, hasta el 20 de julio de 2025, se han registrado 86 muertes por inanición, de las cuales 76 son niños, principalmente en el norte del enclave. Además, aproximadamente 17.000 menores sufren desnutrición aguda, y 800 de ellos están en estado crítico, con riesgo inminente de muerte.
La Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) reportó un aumento alarmante en la tasa de malnutrición entre menores de cinco años. La cifra se duplicó entre marzo y junio de 2025. Este deterioro se atribuye al bloqueo de ayuda humanitaria, iniciado el 2 de marzo de 2025. La obstrucción ha impedido la entrada de alimentos, medicamentos y combustible.
Hospitales al límite y un sistema sanitario colapsado
El director del Hospital Al Shifa, Muhamad Abu Salmiya, alertó que el personal médico trabaja sin descanso y sin acceso a alimentos, lo que pone en riesgo su capacidad para atender a los pacientes. “Estamos siendo testigos de un genocidio por inanición organizado”, afirmó. Los centros médicos, ya afectados por los ataques israelíes, carecen de los recursos necesarios para tratar a los pacientes con desnutrición severa. Muchos de los cuales presentan complicaciones como infecciones o enfermedades prevenibles agravadas por la falta de nutrientes.
Organizaciones internacionales, como la UNRWA, han reiterado la urgencia de abrir los cruces fronterizos para garantizar la llegada de ayuda humanitaria. Según la ONU, hay suficientes alimentos almacenados para abastecer a la población de Gaza durante más de tres meses, pero el bloqueo imposibilita su distribución. Además, el Programa Mundial de Alimentos y otras agencias han advertido que, sin un cambio inmediato en las políticas de acceso, la hambruna podría alcanzar niveles catastróficos en los próximos meses. El impacto sería devastador en niños, mujeres embarazadas y ancianos.