Desde el 19 de abril de 2025, la inteligencia artificial (IA) impulsa la nigromancia digital, un negocio que recrea clones virtuales de personas fallecidas para simular conversaciones. Esta idea es liderada por empresas como Amazon, Microsoft y startups como Seance AI, generando tanto interés como controversia a nivel global.
La nigromancia digital, también conocida como ‘death capitalism’, utiliza inteligencia artificial para crear representaciones virtuales de personas fallecidas, clonando voces y simulando conversaciones basadas en datos proporcionados por los usuarios. Empresas tecnológicas como Amazon y Microsoft han incursionado en este mercado, que promete ayudar a las personas a procesar el duelo, pero también despierta preocupaciones éticas. Según expertos, este sector podría alcanzar un valor de $1,000 millones para 2030, impulsado por la creciente demanda de conexiones emocionales con los difuntos.
Una de las plataformas pioneras es Proyecto Diciembre, que por $10 permite a los usuarios completar un cuestionario con detalles sobre un ser querido fallecido, como rasgos de personalidad y recuerdos clave, para generar un chatbot que simula conversaciones de texto. La IA procesa la información y recrea un diálogo personalizado, ofreciendo una experiencia que algunos consideran terapéutica. Sin embargo, críticos advierten que estas interacciones pueden dificultar el proceso de aceptación del duelo.
Seance AI y otras iniciativas de Inteligencia Artificial
Otra empresa, Seance AI, ofrece sesiones de espiritismo ficticias gratuitas, donde los usuarios interactúan con una representación digital de un difunto. Por $10 adicionales, la plataforma proporciona recreaciones de voz generadas por Inteligencia Artificial, basadas en grabaciones o descripciones. Estas herramientas, disponibles desde 2024, han atraído a usuarios que buscan consuelo, pero también han generado rechazo. En plataformas como X, usuarios como @TechEthics han calificado la nigromancia digital como “una explotación del dolor humano”, mientras que otros, como @GriefTech, la ven como “una nueva forma de mantener vivos los recuerdos”.
Debate ético y social
La nigromancia digital divide opiniones. Para algunos, como los usuarios de Proyecto Diciembre, estas tecnologías ofrecen una herramienta para lidiar con la pérdida, especialmente en casos de duelos no resueltos. Estudios de la Universidad de Stanford (2024) sugieren que el 30% de los usuarios reportan alivio emocional tras interactuar con chatbots de seres queridos. Sin embargo, psicólogos advierten que estas simulaciones de Inteligencia Artificial podrían fomentar dependencia emocional o distorsionar el proceso de duelo. En Ecuador, donde el 60% de la población tiene acceso a internet, según el INEC, estas plataformas están ganando popularidad, aunque aún no hay regulaciones específicas.
El crecimiento de la nigromancia digital refleja el avance de la Inteligencia Artificial en la vida cotidiana. Empresas como Seance AI planean expandir sus servicios con avatares 3D y realidad aumentada para 2026. Sin embargo, la falta de marcos éticos y legales plantea desafíos. En Europa, la GDPR ya evalúa restricciones para el uso de datos personales en estas plataformas, mientras que en Latinoamérica, el debate apenas comienza. Este fenómeno, que combina tecnología y emociones, seguirá transformando cómo enfrentamos la pérdida.