Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), agencia de las Naciones Unidas, pronostica que 7 millones de empleos potenciales desaparecerán este año debido a la desaceleración económica provocada por la guerra comercial impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La incertidumbre generada por nuevos aranceles y tensiones geopolíticas ha llevado a una revisión a la baja de las expectativas de crecimiento económico global, afectando directamente los mercados laborales en todo el mundo.
El informe, basado en proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), indica que el crecimiento del PIB global será de solo 2,8% en 2025, frente al 3,2% estimado previamente. Esta reducción se atribuye principalmente a las políticas comerciales de Trump, quien desde su regreso al poder en enero ha incrementado los aranceles sobre importaciones de socios comerciales clave, como automóviles y acero.
Impacto global de los aranceles
La OIT estima que se crearán 53 millones de empleos en 2025, 7 millones menos de lo proyectado inicialmente. Según el organismo, 84 millones de empleos en 71 países están directa o indirectamente ligados a la demanda de consumidores estadounidenses, lo que los hace vulnerables a las interrupciones comerciales. De estos, 56 millones se encuentran en la región Asia-Pacífico, mientras que 13 millones están en Canadá y México, países fuertemente integrados en las cadenas de suministro de EE.UU.
“Los trabajadores vinculados al consumo y a la inversión estadounidense enfrentan un mayor riesgo de pérdida de ingresos debido a los aranceles elevados y la imprevisibilidad de las políticas comerciales”, advierte la OIT. La agencia señala que la incertidumbre está llevando a los empleadores a adoptar una postura más cautelosa, reduciendo la contratación en un contexto económico volátil.
Antecedentes de la guerra comercial
Desde su retorno a la presidencia, Trump ha intensificado las medidas proteccionistas, prometiendo aranceles “recíprocos” extremadamente altos salvo que se alcancen acuerdos comerciales con Washington. Estas políticas han generado una implementación errática que afecta tanto a empresas como a consumidores, según el informe. La OIT destaca que los aranceles tienen un efecto dominó en las cadenas de suministro globales.
Gilbert Houngbo, director general de la OIT, subrayó la gravedad de la situación: “La economía global está creciendo a un ritmo más lento de lo esperado. Si las tensiones geopolíticas y las interrupciones comerciales persisten, los mercados laborales sufrirán efectos negativos en cadena”.
Panorama económico y laboral
El FMI, en su análisis de abril, ya había advertido sobre los riesgos de la guerra comercial para la economía global. Los aranceles impuestos por EE.UU. han elevado los costos de bienes clave, afectando a industrias como la automotriz y la siderúrgica. En Asia-Pacífico, países como China y Japón enfrentan desafíos adicionales debido a su dependencia del mercado estadounidense.
Por su parte, Canadá y México, socios del T-MEC, podrían ver una reducción significativa en empleos relacionados con exportaciones. La OIT enfatiza que la incertidumbre en las políticas comerciales desalienta la inversión, lo que agrava la situación laboral en estos países.
Perspectivas y desafíos
La OIT insta a los gobiernos a tomar medidas para mitigar el impacto de estas políticas en los trabajadores. Sin embargo, el panorama sigue siendo incierto, debido a que las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y sus socios no han mostrado avances significativos.
A medida que los aranceles continúan alterando los mercados, la OIT advierte que la recuperación del empleo global podría retrasarse. Las medidas afectarían especialmente a las economías emergentes. La organización hace un llamado a la cooperación internacional para evitar una mayor escalada de tensiones comerciales que agrave la crisis laboral.