Orígenes y formación
San Andrés de Creta, nació alrededor del 650 en Damasco, Siria, fue mudo hasta los 7 años, cuando, según hagiografías, recuperó el habla tras recibir la Comunión. A los 14 años, ingresó al monasterio de San Sabas en Jerusalén, donde destacó por su virtud. Teodoro, patriarca de Jerusalén, lo nombró archidiácono y por eso lo enviaron en 680 al VI Concilio Ecuménico en Constantinopla, donde defendió la ortodoxia contra el monotelismo.
Posteriormente, se encargó de un orfanato y un asilo. En 685, lo consagraron obispo de Gortina, Creta, donde sirvió como metropolitano. En 712, asistió al conciliábulo de Filípico Bardanes, que rechazó el concilio ecuménico, pero en 713 se arrepintió y reafirmó la ortodoxia.
Obra litúrgica de San Andrés de Creta
Andrés es conocido por crear el canon litúrgico, una forma de himnodia que reemplazó los cánticos bíblicos en el culto bizantino. Su obra maestra, el Gran Canon, con 250 estrofas, se canta durante la Cuaresma en la Iglesia ortodoxa.
También escribió 22 homilías, destacan las dedicadas a la Virgen María, que refuerzan la creencia en la Inmaculada Concepción y la Asunción.
Filosofía y espiritualidad
La filosofía de Andrés se centró en el arrepentimiento y la ortodoxia. Su Gran Canon reflejó una meditación penitencial, que comparó los pecados del alma con ejemplos bíblicos.
Promovió la devoción mariana y la defensa de las imágenes sagradas durante la controversia iconoclasta. Su teología enfatizó la unidad de la fe y la tradición apostólica.
Canonización y reconocimiento de San Andrés de Creta
Andrés fue canonizado por aclamación popular. Es venerado como Padre de la Iglesia en las Iglesias Católica y Ortodoxa. Aunque no es patrono oficial, su legado litúrgico lo hace relevante para compositores y teólogos. Su muerte en 740 en Mitilene, durante un viaje desde Constantinopla a Creta, marcó su santidad.
Legado en la Iglesia de San Andrés de Creta
El legado de Andrés incluye el canon litúrgico, que influyó en himnógrafos como San Juan Damasceno y San Cosma de Maiuma. Sus homilías marianas son citadas en el Catecismo de la Iglesia Católica. En 1350, el peregrino ruso Stefan de Novgorod documentó sus reliquias en Constantinopla. La basílica de Skala Eresou, Lesbos, está dedicada a él.
Contexto histórico
En el siglo VIII, el Imperio Bizantino enfrentó la controversia iconoclasta y herejías como el monotelismo. Como obispo de Gortina, Andrés defendió el culto a las imágenes, lo que fortaleció la fe ortodoxa. Su participación en el VI Concilio Ecuménico y su labor en Constantinopla consolidaron la doctrina cristiana en un período de tensiones religiosas.