En República Dominicana, el gallerismo genera ingresos significativos, con exportaciones de 300 gallos al mes a países como Puerto Rico y América del Sur, según Diario Libre. En Ecuador, las 90 galleras de Santo Domingo de los Tsáchilas mueven apuestas de hasta 5,000 dólares, pero enfrentan debates legales, según El Diario. Desde el siglo XVI, esta práctica fomenta tradición y economía.
Un negocio lucrativo
El gallerismo dominicano es un sector económico relevante. Según Diario Libre, República Dominicana exporta 300 gallos al mes a Puerto Rico, Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela, con precios promedio de 300 dólares y gallos excepcionales de hasta 25,000 dólares. Internamente, se venden 1,500 gallos mensuales a 250 dólares promedio, generando aproximadamente 4.5 millones de dólares anuales solo por ventas internas (1,500 gallos x 250 dólares x 12 meses).
Las exportaciones añaden unos 1.08 millones de dólares anuales (300 gallos x 300 dólares x 12 meses), según estimaciones basadas en Diario Libre. En Santo Domingo de República Dominicana, el Coliseo Gallístico Alberto Bonetti Burgos recauda entre 67 y 83 dólares por entrada por noche, con 40 a 70 peleas, pero no se reportan ingresos anuales totales. En Ecuador, Santo Domingo de los Tsáchilas opera 90 galleras, con apuestas de 30 a 5,000 dólares por pelea.
Los jueces ganan hasta 1,000 dólares por jornada, y los permisos anuales cuestan 500 dólares por gallera, sumando 45,000 dólares anuales solo en permisos (90 x 500 dólares). En Tungurahua, las programaciones mueven entre 7,000 y 10,000 dólares por evento, pero no hay datos agregados de ingresos anuales totales para 2024, según El Heraldo. Ecuador importa gallos de República Dominicana y Colombia a 1,500 a 5,000 dólares.
Tradición familiar y cultural
En República Dominicana, el gallerismo es una tradición familiar. La familia Contreras Medina opera la Traba Bonetti Contreras desde 1973, explicó Diario Libre. Criadores como Ricardo Contreras Medina destacan en genética y entrenamiento, fomentando camaradería en eventos comunitarios. En Ecuador, el gallerismo genera ingresos para 50,000 personas en Tungurahua, según El Heraldo (2024). La Federación Ecuatoriana de Galleros (FEGAE) enfrenta retos por inseguridad y propuestas de prohibición. En ambos países, el gallerismo simboliza virilidad y honor, con la “palabra de gallero” garantizando apuestas.
Regulaciones y organizaciones
La Federación Dominicana de Galleros organiza torneos y tiene miles de seguidores en redes sociales, según eltestigo.do (2024). El Comisionado de Gallos del Ministerio de Agricultura regula las galleras, contrastando con Estados Unidos y Brasil, donde las peleas son ilegales. Así mismo, en Ecuador, la FEGAE regula 90 galleras en Santo Domingo, con multas de 30 a 100 dólares por infracciones. En Colombia, las 3,600 galleras tienen menos fiscalización, según la Asociación Nacional de Criadores de Gallos de Pelea. En Perú, sanciones alcanzan 80 dólares, pero las regulaciones son más estrictas.
La exportación de gallos es clave en República Dominicana. Los gallos Ajiseco son valorados por su agresividad, según Fincadelgallero.com. Ecuador y Venezuela importan estas aves, con República Dominicana liderando el mercado. En Ecuador, razas españolas, peruanas y colombianas cuestan 2,000 dólares, según El Telégrafo. En República Dominicana, la genética determina el valor, con criadores invirtiendo en alimentación. Mientras que en nuestro país el mantenimiento cuesta 200 dólares anuales por ave. República Dominicana destaca por su volumen de exportación.
Impacto social y económico
En República Dominicana, los robos de gallos causan pérdidas, según eltestigo.do. En Ecuador, ambientalistas buscan prohibir las peleas, según El Universo. Un debate en la Asamblea Nacional en 2024 mantuvo la práctica, pero sigue en discusión. Tras el COVID-19, las galleras dominicanas reabrieron rápidamente, según Diario Libre. En Ecuador, eventos en Mira, Santo Domingo de los Tsáchilas y Tungurahua atraen galleros.