El uso de gafas de sol es común durante los días soleados, pero oftalmólogos y optometristas advierten que no todas ofrecen la protección necesaria. En declaraciones recientes, especialistas en salud visual de diversas organizaciones médicas internacionales han subrayado la importancia de escoger gafas certificadas que bloqueen los rayos ultravioleta (UV) para prevenir enfermedades oculares como las cataratas, la degeneración macular y el cáncer de párpados.
La protección UV es fundamental
Uno de los principales riesgos de usar gafas de sol de baja calidad o sin filtro UV es que, aunque oscurecen la visión, dilatan la pupila y permiten un mayor ingreso de luz al ojo, lo que puede aumentar la exposición a radiación ultravioleta si no están adecuadamente tratadas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición prolongada a rayos UV sin protección ocular puede dañar la córnea, el cristalino y la retina, causando desde molestias temporales como la fotokeratitis (una especie de “quemadura solar” en los ojos) hasta condiciones permanentes.
Por eso, las gafas deben contar con una etiqueta o certificado que garantice la filtración del 99% al 100% de los rayos UVA y UVB. En muchos países, los lentes certificados vienen marcados con las siglas «UV400», lo que significa que bloquean todas las longitudes de onda dañinas de la luz ultravioleta.
No todas las gafas oscuras protegen
Uno de los principales errores al adquirir gafas de sol es dejarse guiar solo por la apariencia. “Un lente oscuro sin filtro UV es más perjudicial que no usar gafas, ya que engaña al ojo, haciéndole creer que está protegido”, explica el Dr. Carlos Jiménez, optometrista especializado en salud visual preventiva.
Los expertos recomiendan evitar comprar gafas en lugares informales o sin información clara del fabricante. También es clave revisar si las lentes están hechas de materiales resistentes a impactos, especialmente para actividades deportivas o en niños.
Además del filtro UV, existen otras características beneficiosas, como los lentes polarizados, que reducen el deslumbramiento provocado por superficies reflectantes como el agua o el asfalto. Estas gafas son ideales para manejar o realizar actividades al aire libre.
Consideraciones médicas y estéticas
Aunque la función principal de las gafas de sol debe ser proteger la salud ocular, también se pueden considerar aspectos estéticos, siempre y cuando no se comprometa la seguridad visual. Los especialistas aconsejan escoger monturas que cubran bien la zona de los ojos, incluyendo los laterales, para reducir la entrada indirecta de luz.
En personas con condiciones oculares preexistentes, como fotofobia, degeneración macular o conjuntivitis alérgica crónica, el uso de gafas adecuadas no es solo recomendable, sino esencial. En estos casos, se aconseja consultar con un oftalmólogo antes de comprar cualquier tipo de lente solar.
Educación y prevención visual
Los profesionales de la visión insisten en la educación sobre la salud ocular como forma de prevención. Muchas personas aún desconocen que los ojos pueden sufrir daños por el sol igual que la piel, y por ello omiten el uso de gafas protectoras.
En el marco de campañas de concienciación, diversas instituciones han promovido el uso de gafas con protección certificada desde la infancia, ya que el daño por rayos UV es acumulativo a lo largo de los años.