El Papa Francisco I falleció el lunes siguiente al Domingo de Resurrección, poniendo fin a un pontificado que comenzó el 13 de marzo de 2013, once días antes del inicio de la Semana Santa de ese año.
El deceso ocurrió en la Ciudad del Vaticano, y la noticia fue confirmada por la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Este hecho marca el fin de un periodo que comenzó en un momento de profundo simbolismo para la Iglesia Católica.
Francisco I elegido tras la renuncia de Benedicto
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina. Fue elegido Papa el 13 de marzo de 2013, sucediendo a Benedicto XVI, quien renunció al papado el 28 de febrero de 2013.
Su elección ocurrió en el quinto escrutinio del segundo día del cónclave, convirtiéndose en el primer Papa latinoamericano y el primer jesuita en ocupar el cargo.
Como se mencionó anteriormente, el inicio de su pontificado, tan cercano a la Semana Santa de 2013, añadió un significado particular dentro de la Iglesia Católica.
La Semana Santa, que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, representa una de las celebraciones más importantes del calendario litúrgico cristiano.
Un Papa enfocado en la humildad
Francisco I, desde el principio, demostró un estilo pastoral enfocado en la humildad y la cercanía a los fieles, enfatizando la importancia de la misericordia y la inclusión.
Durante su pontificado, Francisco I abordó diversas problemáticas globales, incluyendo la pobreza, el cambio climático y la migración.
Sus encíclicas, como Laudato si’ sobre el cuidado del medio ambiente, y Fratelli tutti sobre la fraternidad y la amistad social, reflejan su visión de una Iglesia comprometida con los desafíos del mundo contemporáneo.
Adicionalmente, el Papa Francisco I realizó numerosos viajes apostólicos, visitando países de todo el mundo.
Estos viajes tenían como objetivo fortalecer la fe, promover el diálogo interreligioso y llevar un mensaje de esperanza a las comunidades marginadas.
El fallecimiento de Francisco I cierra un ciclo
La agenda del pontificado fue intensa y comprometida, marcando una etapa de reformas y apertura.
El fallecimiento del Papa Francisco I, ocurrido justo después del Domingo de Resurrección, cierra un ciclo de once años que comenzó en vísperas de la Semana Santa.
La coincidencia de estas fechas resalta la importancia de la Pascua en el calendario cristiano, simbolizando la esperanza y la renovación.
Ahora bien, la Santa Sede ha iniciado los procedimientos protocolares para el funeral y la sucesión papal.
El mundo a la espera del cónclave
El Colegio Cardenalicio se reunirá en cónclave para elegir al nuevo Papa, siguiendo las tradiciones y normas que la Iglesia Católica ha establecido.
El pontificado de Francisco I se caracterizó por su enfoque en la reforma de la Iglesia y su llamado a la justicia social.
Sus esfuerzos por modernizar la Curia Romana y promover una mayor transparencia en las finanzas del Vaticano destacaron su liderazgo.
Además, su compromiso con el diálogo interreligioso y su defensa de los derechos de los migrantes y refugiados generaron un impacto significativo a nivel global.
El funeral del papa Francisco será el 26 de abril en la Plaza de San Pedro