El 11 de diciembre de 2008 estalló en Estados Unidos uno de los mayores escándalos financieros en la historia de Wall Street.
Bernard «Bernie» Madoff, una celebridad del mercado y prestigioso asesor financiero de Nueva York, se convirtió en el epicentro de la atención mediática y judicial al ser identificado como el artífice de una estafa colosal que alcanzó los 65.000 millones de dólares.
Fueron sus propios hijos, Mark y Andrew, quienes lo denunciaron a las autoridades. Dos días antes, la noche del 9 de diciembre, Madoff los reunió en una cena junto a su esposa, Ruth, para confesarles una verdad devastadora: la fortuna familiar que había construido no era más que una fachada, un esquema Ponzi sostenido durante décadas.
Utilizando los fondos de nuevos inversores para pagar a los más antiguos, Madoff había creado la ilusión de rendimientos estables y extraordinarios, pero esa mentira, mantenida por años, finalmente se derrumbó.
¿Quién era Bernie Madoff?
Bernard Lawrence Madoff nació el 29 de abril de 1938 en Queens, Nueva York, en el seno de una familia judía de clase media.
Su carrera en el mundo financiero comenzó en 1960, a los 22 años, cuando fundó Bernard L. Madoff Investment Securities con apenas 5.000 dólares —ganados como salvavidas en las playas de Long Island— y un préstamo de su suegro.
Lo que empezó como una modesta firma dedicada a la compraventa de acciones para clientes se transformó con el tiempo en una de las empresas más influyentes de Wall Street. Según relató él mismo, el fraude comenzó en la década de 1990, tras enfrentar pérdidas en sus inversiones.
Lo que inicialmente concibió como una «solución temporal» se convirtió en una estructura insostenible que arruinó a miles de inversores y afectó a instituciones benéficas —como la Fundación Steven Spielberg—, así como a maestros, agricultores, mecánicos y jubilados que confiaron en las falsas promesas de Madoff.
El mecanismo de la estafa
La estafa de Madoff fue una trama sofisticada que operó durante décadas, engañando a miles de personas y dejando un rastro de devastación.
Mediante un esquema piramidal, convencía a sus clientes de que generaba ganancias excepcionales en el mercado, cuando en realidad usaba el dinero de nuevos inversores para pagar los retornos de los antiguos.
Este engaño dependía de dos pilares fundamentales: primero, atraer constantemente a nuevos clientes —algo que logró, incluyendo a grandes fortunas globales—; segundo, evitar que todos los inversores retiraran su dinero al mismo tiempo.
Sin embargo, la crisis financiera de 2007-2008, la más severa desde la Gran Depresión de 1930, desencadenó una oleada de solicitudes de retiro que destapó la fragilidad del esquema.
«Imaginen volver a casa cada noche sin poder contarle a su esposa, vivir con esa guillotina sobre la cabeza sin decírselo a tus hijos o a tu hermano, verlos cada día en la oficina y no poder confiarles lo que pasa», confesó Madoff en una serie de entrevistas con el periodista Steve Fishman, editor de la revista New York.
Las víctimas, que sumaban miles y abarcaban desde Palm Beach hasta el Golfo Pérsico, pasaron en muchos casos de una vida acomodada a la ruina absoluta de la noche a la mañana.
Las pérdidas totales ascendieron a 64.800 millones de dólares, incluyendo las ganancias ficticias que Madoff había acreditado en las cuentas de sus clientes durante al menos dos décadas.
A pesar del escándalo, Madoff mantuvo una actitud impasible. Tras su arresto, la prensa sensacionalista lo calificó como «el hombre más odiado de Nueva York». En al menos una de sus comparecencias judiciales antes de declararse culpable, un asesor de seguridad le recomendó usar un chaleco antibalas ante el riesgo de represalias.
Condena y últimos años
El 29 de junio de 2009, Bernie Madoff fue sentenciado a 150 años de prisión, la pena máxima permitida por la ley. Esta condena puso fin a una saga que estremeció a Wall Street y expuso la codicia y corrupción que pueden acechar en el mundo financiero.
En prisión, Madoff pareció adaptarse con cierta astucia: llegó a monopolizar el mercado de chocolate dentro del penal para especular con los precios, demostrando que el «viejo zorro» de Wall Street no abandonaba sus viejos hábitos. Según Steve Fishman, incluso se convirtió en una figura admirada entre los reclusos, lo que aligeró su estancia tras las rejas.
Sin embargo, su salud se deterioró con los años. A los 82 años, solicitó prisión domiciliaria por motivos médicos, pero la petición fue rechazada. Finalmente, Madoff pasó sus últimos días solo en un hospital penitenciario y falleció el 14 de abril de 2021.
El legado y las víctimas
Más de 15 años después de revelarse el mayor esquema Ponzi jamás visto, las víctimas de Madoff han recuperado casi la totalidad de sus pérdidas gracias a esfuerzos legales y fondos de compensación.
Sin embargo, el impacto en su familia fue devastador. Su hijo mayor, Mark, se suicidó en 2010; el menor, Andrew, murió de cáncer en 2014. Su hermano Peter cumplió una condena de diez años por su complicidad en la estafa, mientras que su hermana Sondra se quitó la vida en 2022.