Operativo policial exitoso
A las 20:00 del 1 de abril, agentes encubiertos vigilaban el puesto de comidas. Dos sospechosos, Alejandro P. M. y Raúl M. M., fueron detenidos en flagrancia mientras recogían un sobre manila con parte del dinero exigido.
Tras su detención, colaboraron con la Policía, revelando los nombres y domicilios de sus cómplices. Horas después, un allanamiento en una vivienda de Bastión Popular permitió la captura del presunto líder. Ítalo L. A., junto a Francisco F. G. y Deivinson R. P.
En el inmueble, los agentes encontraron 311 fundas plásticas con marihuana listas para la venta, una pistola calibre 9 mm, 14 municiones sin percutir, dos motocicletas —una usada en el asalto—, teléfonos celulares y dispositivos electrónicos. Las evidencias fueron ingresadas en la cadena de custodia de la Policía Judicial para su análisis.
Evidencias bajo la lupa
La Fiscalía solicitó al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses realizar pruebas de aptitud de disparo. Además, de cotejar el arma en el Sistema IBIS para determinar si está vinculada a otros delitos, entre ellos la extorsión. El hallazgo de 311 dosis de marihuana refuerza la acusación de tráfico ilícito de sustancias sujetas a fiscalización, un delito que, junto a la extorsión, agrava la situación legal de los procesados.
En la audiencia de calificación de flagrancia, el Fiscal presentó el parte policial, las versiones de los agentes aprehensores. También la denuncia de la víctima por extorsión y el informe de evidencias. El Juez de Flagrancia dictó prisión preventiva para cinco de los seis sospechosos. Alejandro P. M., Raúl M. M., Ítalo L. A., Francisco F. G. y Deivinson R. P., quienes fueron trasladados a un centro de reclusión. Marcos C. M., el sexto procesado, recibió medidas cautelares —prohibición de salida del país y presentación semanal— por su arraigo laboral.
Contexto de inseguridad en Guayaquil
Bastión Popular, un sector de alta densidad en el distrito Florida, es conocido por la presencia de grupos delictivos como “Los Tiguerones”. Según la Policía, esta banda, vinculada al narcotráfico y la extorsión, opera en el noroeste y norte de Guayaquil, incluyendo Nueva Prosperina y Pascuales.
En 2024, la Fiscalía reportó 1,118 denuncias por secuestros en la ciudad, un aumento del 25% respecto a 2023, reflejando la escalada de violencia ligada al crimen organizado.En marzo de 2025, operativos en Nueva Prosperina y Portete desmantelaron centros de operaciones de “Los Tiguerones”, con decomisos de armas y drogas.
El 2 de abril, la Fiscalía obtuvo una sentencia de 13 años contra cinco miembros de la misma banda por secuestro extorsivo en la vía a la Costa, evidenciando su alcance delictivo.
Una lucha contra el crimen organizado
La condena de “Los Tiguerones” en este caso se enmarca en los esfuerzos del gobierno de Daniel Noboa, quien extendió el estado de excepción en enero de 2025 para combatir a grupos clasificados como terroristas.
En la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), la Policía ejecutó 1,886 operativos en noviembre de 2024, con 827 detenciones y el decomiso de 6.9 toneladas de droga, según datos oficiales.El cierre de la instrucción fiscal, fijado en 30 días, permitirá a la Fiscalía consolidar las pruebas para el juicio. Mientras tanto, el caso de Bastión Popular destaca la vulnerabilidad de los pequeños comerciantes ante la extorsión, un delito que, según la Federación de Cámaras de Comercio, genera pagos de hasta $2,000 mensuales en la costa ecuatoriana.