A Qui J., lo detuvieron en Manta y es acusado de tráfico de caballitos de mar, una especie protegida. Esto tras un operativo que busca frenar los delitos contra la fauna silvestre.
En la madrugada del 9 de abril de 2025, un operativo conjunto entre la Fiscalía y la Policía en Manta, culminó con la detención en flagrancia de Qui J. Un ciudadano presuntamente involucrado en el tráfico de caballitos de mar.
La acción tuvo lugar tras un allanamiento autorizado judicialmente, donde se encontraron especímenes de esta especie marina. Especie catalogada como amenazada e incluida en la lista de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Durante la audiencia de calificación de flagrancia y formulación de cargos, la Fiscalía presentó varias pruebas.
Entre ellas, el acta de allanamiento, el formulario de cadena de custodia, el informe de inspección ocular técnica y el reconocimiento del lugar de los hechos. Además, un informe técnico del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) confirmó que los caballitos de mar están protegidos por la norma CITES, lo que agrava el delito. La versión del sospechoso y el acta administrativa del biólogo del MAATE, quien levantó las especies, también las incluyeron como elementos de convicción.
El Juez de Garantías Penales, tras evaluar las pruebas, dictó prisión preventiva para Qui J., considerando la gravedad del delito y el riesgo de fuga. Según el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), los delitos contra la flora y fauna silvestres, como el tráfico de especies protegidas, entre ellos el tráfico de caballitos de mar, se sancionan con penas de uno a tres años de prisión.
Un problema persistente en Manabí
El tráfico de vida silvestre no es un problema nuevo en Manabí. Entre 2016 y 2017, estudios locales ya señalaban que, a pesar de las leyes. El comercio ilegal de especies amenazadas persistía en la región, afectando a animales como aves, mamíferos y especies marinas. Los caballitos de mar, en particular, son blanco frecuente debido a su uso en mercados internacionales. Especialmente en Asia, donde se les atribuyen propiedades medicinales, a pesar de su estatus de protección bajo CITES.
Datos históricos de la Fiscalía General del Estado, entre 2014 y 2020, registraron 1.118 denuncias por delitos contra la naturaleza a nivel nacional. En Manabí se reportaron 42 casos relacionados con flora y fauna. Sin embargo, expertos advierten que estas cifras podrían ser un subregistro, ya que muchos delitos no se denuncian por falta de confianza en el sistema judicial.
La sentencia de tres años de prisión a un ciudadano en Manta en 2023, por posesión de cinco especies silvestres, marcó un precedente, pero la reincidencia de estos delitos sugiere que las sanciones no son suficientes para disuadir a los traficantes.
Impacto en la biodiversidad
Los caballitos de mar, junto con otras especies como tiburones y tortugas, enfrentan un riesgo crítico de extinción debido al tráfico ilegal. Según una guía publicada en 2024, de las 65 especies de tiburón registradas en Ecuador, 43 están en peligro. La pérdida de estas especies no solo afecta los ecosistemas marinos, sino también la economía local, que depende del turismo y la pesca sostenible. (27)