Los seguidores de la salsa recuerdan y celebran este martes el natalicio 90 del fallecido cantante puertorriqueño Ismael Rivera, conocido como “El Sonero Mayor”, entre otros motes, y “la referencia” del ritmo afroantillano impulsado en Nueva York.
“Para mí hoy nació el cantante más importante de la música afroantillana y tropical, y la referencia de este género que llamamos salsa”, afirmó en entrevista con Efe el también salsero puertorriqueño Moncho Rivera, uno de los sobrinos del también llamado “El Brujo”.
“No solo fui su sobrino, sino el sobrino con el que siempre andaba con él y hacia todo con él. Hasta una canción me dedicó”, aseveró Moncho en referencia al tema “Ismael y Monchito”, incluido en “De Colores” (1968), de Ismael Rivera y Los Cachimbos.
PRIMERO LIMPIABOTAS Y ALBAÑIL. Producto del matrimonio entre Luis Rivera Esquilín y Margarita Rivera García, conocida como “Doña Margó” o “Doña Margot”, Ismael Rivera se dedicó de niño a ser limpiabotas y albañil, según relata el libro “Historia de la salsa”, del historiador, sociólogo y periodista puertorriqueño Hiram Guadalupe.
En 1948, y con tal solo 17 años, Rivera fue invitado a ser “bongosero” en el Conjunto Monterrey, dirigido por Monchito Muley.
SIRVIÓ EN LA MILICIA Y REGRESÓ A LA MÚSICA. Tras servir en el Ejército de Estados Unidos, del que fue licenciado por no hablar inglés, según la versión de algunos historiadores, en 1954 debutó como cantante en la Orquesta Panamericana del fallecido director puertorriqueño Lito Peña.
Un año más tarde se unió al Combo de Rafael Cortijo, con el que grabó canciones como “El bombón de Elena”, “El negro bembón”, “Con la punta del pie”, “Saoco” y “Tambores africanos”.
CUMPLIÓ CÁRCEL POR DROGAS. Rivera permaneció en el grupo hasta 1962, cuando, de regreso a Puerto Rico después de una gira de presentaciones en Panamá, el artista fue detenido por posesión de drogas e ingresado en una prisión en Lexington (Kentucky), donde cumplió 4 años.
A su salida de prisión, Rivera se reintegró a la agrupación de Cortijo y grabó los discos “Bienvenido” (1966) y “Con todos los hierros” (1967).
GRABÓ DOCE DISCOS CON SU GRUPO LOS CACHIMBOS. Sin embargo, tras una serie de presentaciones en Nueva York, Rivera creó el grupo Los Cachimbos, banda con la que grabó 12 discos y siguió cosechando éxitos internacionales.
Otras reconocidas canciones que Rivera dejó en su legado fueron “Maquinolandera”, “El Nazareno”, “Las caras lindas”, “La Perla”, “Dime por qué”, “Perfume de rosas”, “Perico”, “Besitos de coco” y “Mi negrita me espera”.
“Maelo”, conocido también por sus frases en sus canciones como “Ecuajeí” o “Ecuajey”, “Azuca Lola” o “Echa Caldo”, murió de un infarto en su hogar el 13 de mayo de 1987.
RIVERA SIGUE SIENDO EL REFERENTE DE LA SALSA. “Ismael es importante, porque fue un cantante que fue la referencia para los que todavía están y para los que se nos fueron”, afirmó Moncho Rivera.
Moncho Rivera tuvo su primera oportunidad como cantante a sus 13 años cuando su tío lo invitó a que lo acompañara en el grupo de coristas en una presentación en Puerto Rico.
“En todas mis presentaciones siempre siento que está conmigo. Es una sombra bendita, y ojalá no deje de cobijarme”, reflexionó Moncho, quien adquirió el mismo timbre de voz de su tío, descartando así que sea una imitación.
Su famoso tío, recordó, le recomendó que no se convirtiera en cantante y que prosiguiera una carrera como pelotero, un camino en el que llegó a despuntar en la Liga de béisbol aficionado en Puerto Rico.
Sin embargo, Rivera decidió en 1999 explorar el ambiente de la industria musical como percusionista de la orquesta de Luisito Ayala y la Puerto Rican Power.
Pero, no fue hasta 2001 que Rivera decidió convertirse en salsero e interpretar los éxitos de su tío: “Seguir a Ismael Rivera no es fácil”. EFE