El atentado con explosivos ocurrido en la Bahía de Guayaquil la noche del 3 de junio de 2025 puso en evidencia una realidad que viene escalando silenciosamente: la extorsión se ha convertido en uno de los delitos más frecuentes y temidos en la ciudad. Este fenómeno no solo ha golpeado la economía informal, sino también al comercio establecido, generando cierres de locales, desplazamientos forzados y un clima de miedo que afecta a miles de trabajadores.
Según datos de la Fiscalía General del Estado, Guayas ha sido la provincia más afectada por las extorsiones en 2023 y 2024. En 2023, por ejemplo, registró un total de 8.051 casos, y 8.425 hasta noviembre de 2024, mostrando un incremento en la incidencia delictiva. De estos, según reportes periodísticos, una porción significativa corresponde a hechos denunciados en sectores comerciales de Guayaquil como la Bahía, Mapasingue, Mucho Lote, y otros del norte y sur de la urbe.
La Policía ha reconocido que se están enfrentando una mutación del crimen organizado, pues ya no se trata solo de narcotráfico, sino de una economía delictiva que se sostiene a través de las ‘vacunas’ y amenazas.
Los números que retratan la amenaza
El impacto de este delito ya se refleja en las cifras. De acuerdo con datos oficiales del Ministerio del Interior y la Fiscalía del Guayas, en los primeros cuatro meses de 2025:
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Se registraron 1.549 denuncias por extorsión solo en Guayas.
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Más de 400 comerciantes han denunciado amenazas en Guayaquil.
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En 2024, la cifra de denuncias por extorsión en Guayas superó los 8 mil casos.
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Las principales víctimas son comerciantes, conductores de transporte informal y propietarios de negocios familiares.
Estas cifras podrían ser mucho mayores, debido al subregistro que señalan algunos ciudadanos: muchos afectados prefieren no denunciar por miedo a represalias o desconfianza en el sistema judicial.
La Bahía: epicentro comercial bajo sitio criminal
La Bahía de Guayaquil, con más de 4.300 comerciantes legalizados, es una de las zonas más golpeadas por esta modalidad delictiva. Representantes gremiales como Héctor Ortiz, presidente de la Asociación San Martín, han manifestado en reiteradas ocasiones que sus agremiados reciben llamadas amenazantes en las que se les exige el pago de dinero para “garantizar su seguridad”.
Ortiz indicó a Primicias que algunos comerciantes han abandonado sus negocios o reducido su inventario por miedo a sufrir atentados. “Nosotros ya advertimos, hicimos plantones, reuniones con autoridades, y ahora nos enfrentamos a una explosión que pudo costar vidas”, señaló.
La problemática no solo afecta a los propietarios. Clientes y proveedores también han reducido sus visitas a la zona, impactando las ventas y debilitando aún más el tejido económico local.
Una lucha que exige respuestas estructurales
Aunque desde el Municipio se han dispuesto acciones como el fortalecimiento de Segura EP y el trabajo conjunto con la Policía Nacional, los comerciantes insisten en que se requiere una respuesta sostenida del Gobierno Nacional, que incluya inteligencia policial, operativos permanentes y justicia eficaz.
El Ministro del Interior de Ecuador, John Reimberg, declaró durante una entrevista en Teleamazonas, que a pesar del despliegue de unidades especializadas, no reciben la colaboración esperada de los comerciantes extorsionados en la Bahía de Guayaquil. Solicitó a los comerciantes de la zona que entreguen información crucial sobre las extorsiones, para avanzar en las investigaciones policiales.
Además, el Ministro del Interior aseguró que ya conocen sobre los mensajes extorsivos enviados a los propietarios de locales en la Bahía de Guayaquil. Sin embargo, informó que estos no comparten la información con la Policía. Por esta razón, volvió a enviar a los equipos especializados para conversar con los afectados y garantizar que las denuncias mantendrán su anonimato.
Capacitación extranjera para reforzar la seguridad
Reimberg adelantó que el Gobierno de Ecuador recibirá en los próximos días a Eric Prince, exmilitar estadounidense. En su visita realizará una capacitación destinada a fortalecer a las fuerzas de seguridad del país.
Mientras tanto, los comerciantes de la Bahía piden militarización y una estrategia de seguridad entre Municipio y Gobierno. En Guayaquil esperan que la explosión no quede como un hecho aislado más, sino como el punto de inflexión para combatir las extorsiones con la seriedad y contundencia que exige la situación. (36)