Han pasado seis meses desde la muerte del menor Freddy J., de 9 años. El pequeño se habría ahorcado en su dormitorio.
El hecho ocurrió el pasado 21 de junio en la parroquia Nicolás Infante Díaz de Quevedo. Una prima de Freddy lo encontró ahorcado con un cinturón de tela que pendía de un clavo.
El cuerpo fue llevado por un tío del niño al hospital Sagrado Corazón de Jesús, donde los médicos confirmaron su muerte.
> La revelación. El cadáver de Freddy fue trasladado a la morgue de Quevedo para la respectiva autopsia.
Azucena Ponce, abuela paterna de la víctima contó a diario Centro que los exámenes forenses revelaron que el pequeño había sido víctima de violación.
“Tres meses antes de su muerte habían empezado las violaciones, y dos días antes de hallarlo sin vida mi nieto había sufrido la última violación”, contó indignada la familiar de la víctima quien pide agilidad en el proceso penal que se lleva adelante por este caso.
“Los sospechosos del hecho no han acudido a la ampliación de sus versiones, es la tercera vez que los convocan y no asisten, mientras tanto siguen libres como si nada ha pasado”, señala Ponce quien pese a que el examen forense determinó que el niño se ahorcó, ella considera que pudo haber sido asesinado.
“Me parece extraño que se ahorque en un clavo que servía para guindar el toldo, hay muchas cosas que no están claras, no descansaré hasta exigir justicia y que el causante sea sancionado como lo determina le ley”, precisó Ponce, mientras permanecía en el exterior de la Unidad de Vigilancia Comunitaria de Quevedo.